Gaizka Garitano debe declarar al Levante como su queridísimo amigo en LaLiga. Se trata de su rival fetiche. Luce pleno en sus cuatro enfrentamientos ante el cuadro granota como técnico rojiblanco y en todos ellos había algo importante en juego. El de ayer, sin embargo, sí guardaba una trascendencia mayor al de los tres anteriores, porque esos tres puntos se entendían como vitales, incluso en clave del entrenador, consciente de que una derrota no haría más que agravar la crisis deportiva y que su cargo podría peligrar como nunca. Por fortuna para el colectivo y para el propio Garitano, la victoria se entiende como un cóctel reparador, que levanta el ánimo de la masa social y, cómo no, trae una agradable brisa que restaura un punto de calma después de la tormenta desatada por los resultados de las dos jornadas precedentes y el proceso caótico que se vivió en el último día de mercado con el frustrado intento de fichaje de Fernando Llorente y la posterior contradicción en los discursos del director deportivo y el presidente.

El Athletic se quitó un enorme peso de encima y, de paso, coleccionó un buen número de noticias. Sale, como primer bote, de la zona de descenso, que, aunque haya consumado solo cinco partidos, genera un momento de alivio y evita la zozobra de verse en el furgón de cola. El conjunto bilbaino también se descarga de una presión interna, porque cierra su malísima racha en San Mamés, donde no vencía desde el pasado 27 de junio, cuando derrotó al Mallorca (3-1), y desde entonces le penalizaba sus cuatro derrotas consecutivas en Bilbao, por lo que el éxito de ayer le debe servir para retomar una cierta normalidad. Ayer, además, marcaron dos jugadores que no fueron ni Raúl García ni Unai López, los únicos que habían sido capaces de ver puerta en los diez últimos compromisos ligueros. Lo hicieron Álex Berenguer, el único fichaje para el presente curso, e Iñaki Williams, que se desprende de la obsesión de acumular quince jornadas sin batir la meta rival.

Las mejores imágenes del encuentro. Fotos de Pablo Viñas y Juan LazkanoGaritano, por tanto, estaba como un niño con zapatos nuevos. Berenguer le ha dado la razón, por lo menos de momento. El derioztarra suspiraba por un extremo que aportara goles y el de Barañain, su prioridad a la hora de pedir refuerzos, le ha dejado en buen lugar a las primeras de cambio. El navarro, que asomó unas prestaciones un tanto irregulares en su bautizo en La Catedral, acertó a los 68 minutos al cazar un despeje-asistencia de Dani García, resguardecerse de la marca de Postigo y sacar un golpeo mordido que sorprendió a Koke Vegas, el portero que sustituyó a un Aitor Fernández de duelo por el reciente fallecimiento de su padre. Berenguer, que ha costado diez millones de euros más un millón y medio en función de si se cumplen variables pactadas con el Torino, entra por la puerta grande y quizá este toque dulce lo puede acentuar el sábado en su regreso a El Sadar, porque ya causaría mucho morbo que marcara en el día en que su Osasuna, que se va a llevar ese millón y medio de euros variables gracias a la cláusula anti Athletic que impuso al club italiano, celebra los cien años de su fundación.Si la anterior victoria del Athletic en Bilbao se remontaba al pasado 27 de junio, el último encuentro en el que dejó su puerta a cero databa de tres días después, el 1 julio. Entonces, los leones asaltaron Mestalla para tumbar al Valencia por 0-2 y, desde aquel compromiso sentenciado con un brillante doblete de Raúl García, ya no habían vuelto a presumir de una fortaleza que personaliza el ideario de Garitano, que también tiene motivos para sonreír por este retorno. Diez jornadas después, Unai Simón, al que el Levante ni le exigió, no tuvo que recoger el balón del fondo de su portería, una plusvalía que coincide con el regreso de Yeray a la titularidad después de tres jornadas ausente por lesión y la presencia de Mikel Balenziaga en el lateral izquierdo debido a la baja de Yuri Berchiche, en cuarentena tras dar positivo por covid-19.el día de zarraga El cóctel reparador alcanzó su máximo sabor con la entrada al césped de Oier Zarraga, un cachorro de 21 años de edad, a los 71 minutos, por lo que el getxotarra cumplía su gran sueño de estrenarse con el Athletic y lo cierto es que tuvo tiempo para ofrecer interesantes detalles en el matiz técnico y que no hacen más que confirmar la buena pinta que tiene un chaval que gusta del buen trato del balón. Zarraga se convierte en el tercer canterano en debutar este curso después de Jon Morcillo e Iñigo Vicente, y el séptimo que lo hace con Garitano, que la campaña pasada dio la alternativa a Gaizka Larrazabal, Ohian Sancet, Unai Vencedor y Jokin Ezkieta.

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Las imágenes del Athletic - Levante en San Mamés

Berenguer le ha dado la razón, por lo menos de momento. La CatedralBerenguer, que ha costado diez millones de euros más un millón y medio en función de si se cumplen variables pactadas con el Torino

retorno el regreso de Yeray a la titularidad la presencia de Mikel Balenziaga en el lateral izquierdo debido a la baja de Yuri Berchiche

el día de zarraga

Oier Zarraga cumplía su gran sueño de estrenarse con el Athleticse convierte en el tercer canterano en debutar este curso después de Jon Morcillo e Iñigo Vicente,