UN renovado Alavés asoma en escena desde el cierre del mercado invernal, ventana en la que el club gasteiztarra optó por moverse en los despachos en busca de nuevas herramientas capaces de acercar el objetivo de la permanencia. El guardameta Roberto Jiménez, a sus 33 años, llegó cedido por el West Ham para cubrir la salida de Antonio Sivera, también a préstamo, y convertirse así en un suplente de garantías del indiscutible Fernando Pacheco en una transacción sin impacto directo en el terreno de juego, algo que sí han tenido las dos incorporaciones realizadas en la sala de máquinas del conjunto babazorro. Obligada por la lesión de larga duración del mediocentro Tomás Pina, la secretaría técnica del Alavés se sumergió de lleno en el mercado a fin de fortalecer una parcela del campo falta de efectivos que aportaran seguridad y tranquilidad a Asier Garitano, quien celebró la llegada a sus dominios de Víctor Camarasa.El valenciano, cedido por el Betis después de no sumar apenas minutos durante la primera mitad del curso en su aciaga aventura en el Crystal Palace, ha reforzado el centro del campo de un equipo que ha aplaudido su vuelta a casa tres años después. Fue en el Alavés, no en vano, donde Camarasa dio un notable impulso a su carrera en la temporada 2016-17, en la que actuó a préstamo por el Levante para convertirse en una de las claves del éxito del cuadro babazorro, que alcanzó la final de Copa contra el Barcelona en su vuelta a Primera División. Tres goles en un total de 31 partidos de liga aportó entonces el centrocampista de Meliana, a quien Asier Garitano concedió la titularidad el pasado 18 de enero en la visita al Ciudad de Valencia con apenas cinco entrenamientos en las piernas con sus nuevos compañeros.

No se lo pensó dos veces el técnico de Bergara, que ha dado las llaves de la zona ancha a un futbolista que se mantiene en el once inicial, en el que también ha irrumpido ya el centrocampista Ljubo Fejsa. El serbio, jugador de corte defensivo, también fue titular en el Ramón Sánchez Pizjuán pocos días después de su aterrizaje en Gasteiz para jugar a préstamo por el Benfica, si bien su impacto en el juego no ha alcanzado hasta la fecha la trascendencia deseada por Garitano, quien se frota también las manos ante el posible debut del extremo Edgar Méndez ante el Athletic. Se trata, al igual que sucede con Camarasa, de otro viejo conocido en Mendizorrotza, pues el canario, comprometido con el Alavés hasta 2022 tras abandonar el Cruz Azul mexicano por una cantidad cercana al millón de euros, también fue determinante en tierras gasteiztarras en el ejercicio 2016-17.

Sin minutos en las semanas previas, el derbi contra los leones podría significar la nueva puesta de largo como futbolista babazorro de Edgar, quien amenaza con dar un plus de verticalidad a la banda izquierda del Alavés, que también ha incorporado en el mercado de invierno al joven centrocampista Ismael Gutiérrez, si bien el andaluz, cedido por el Betis como Camarasa, no ha debutado todavía.

las salidas La renovada silueta que proyecta el Alavés también tiene que ver con las salidas que ha llevado a cabo en los últimas semanas. Ante la necesidad de cuadrar nóminas y presupuestos, el club hizo oficial el 18 de enero el traspaso del ghanés Mubarak Wakaso al Jiangsu Suning chino y, además de acordar la rescisión de contrato con el mediocentro Dani Torres, ha cedido a otros tres futbolistas. El guardameta Sivera salió rumbo al Almería de LaLiga SmartBank, Javi Muñoz ha encontrado acomodo en el Tenerife y el punta sueco John Guidetti milita en el Hannover 96, de la segunda división alemana.