bilbao - Athletic y Granada protagonizaron el miércoles un intenso partido que no estuvo exento de polémica arbitral. La labor del colegiado Hernández Hernández, sin ir más lejos, no dejó satisfecho a ninguno de los dos equipos, que no dudaron en mostrar públicamente su descontento por lo observado durante los noventa minutos. El entrenador del Granada, Diego Martínez, puso en cuestión la valía del gol de Iker Muniain tras el control previo con el hombro de Iñaki Williams, centrando también el foco en la decisión del trencilla canario de no detener el juego en un lance de la primera mitad con el extremo Antonio Puertas tendido en el área visitante.

Gaizka Garitano, por su parte, reflejó su enfado al subrayar en torno al tanto anulado a Ander Capa por supuesto fuera de juego de Williams al estar en la trayectoria del balón que "nos han quitado un gol legal cuando nadie en el campo, ni siquiera el portero del Granada, había protestado, ni imaginaba que se pudiera anular". "Tampoco ha viso nadie en el campo que pudiéramos acabar con tres tarjetas amarillas y ellos con dos", lamentó asimismo el preparador derioztarra, cuya visión sobre la naturaleza legal del gol de Capa, que hubiera supuesto el 2-0, compartió el Athletic en su crónica del partido al escribir que el equipo dirigido por Garitano "se vio frenado en su asalto hacia la final con un gol que considera mal anulado de Capa por posición antirreglamentaria de Williams, a distancia suficiente del disparo como para no distraer a Rui Silva, que ni siquiera protestó al encajar el que era el 2-0".

nada fuera de lo común "San Mamés no entendió el arbitraje. La primera falta de Dani García, apercibido para la vuelta, le provoca sanción. Machís, con idéntica situación, se quedó sin castigo tras dos entradas similares", relataba asimismo el club bilbaino, que resta trascendencia, eso sí, a lo sucedido tras el encuentro en la zona flash de La Catedral, donde según aseguran testigos presenciales, los ánimos se encendieron con miembros de ambos equipos y el árbitro de por medio. El Athletic, no obstante, rebaja el tono de lo sucedido al tratarse de escenas habituales y para nada desconocidas en el mundo del fútbol en situaciones de tensión como la vivida el miércoles en el coliseo rojiblanco, testigo de la ida de una semifinal de Copa que se mantiene abierta.