QUÉ catástrofe no sehabrá evitado en unadecisión de últimahora en la sala demáquinas o qué negocios sehabrán cerrado, in extremis, enel café de postres de un consejode Administración. Cuántosdeslices de funestas consecuenciashabrán corregido un peóno un capataz por un vistazo deúltima hora o cuántos exámenesno se habrán aprobado poruna iluminación cuando todose daba por perdido. El futurose cuece en la olla del presentepor mil y una circunstancias.En ello se trabaja hoy en lascocinas del Athletic, que hoygobierna un hombre con habilidaden los fogones.

Miremos, por ejemplo, cómo elclub trabaja sobre la cinturadel equipo, un centro del campodonde unos días se encapotael juego y otros ?los menos,por desgracia...? sale el sol.Sobre ese eje, sobre la palancaque mueve el mundo del fútbolrojiblanco, han actuado en losúltimos años Beñat Etxebarriay Mikel San José. Tan cierto esque ambos han dado tardes degloria como que la edad y eldesgaste fueron minando suscapacidades. Con un año deprevisión por delante, da laimpresión de que el clubcomienza a sopesar los pros ycontras de su continuidad y,digo yo, de quién ocupará lasvacantes si procede el pase deltestigo. No es una tarea sencilla,habida cuenta lo delicadode esa posición en el Kamasutradel fútbol.

Casi al tiempo, en los despachosse trabaja, por ejemplo, enel andamiaje de las gradas deanimación. Hay que buscarespacio y fórmula para nopecar de injustos o de atrevidos,para dar en el clavo y noen la herradura antes de quecomience la temporada y seamás complicado rectificar desal en pleno hervor. ¡Cuántosguisos no se habrán jodido así,entre improvisaciones por descuidosprevios!