Bilbao - En los últimos años del Siglo XX ya era latente que San Mamés se estaba quedando anticuado. El campo, que no conocía reformas desde 1982, no iba de la mano con lo que empezaba a demandar el fútbol moderno. La directiva del Athletic era consciente de estas carencias del templo rojiblanco y se puso manos a la obra.
En 1995, con José María Arrate como presidente, se encargaron diferentes proyectos para un nuevo campo a los arquitectos Santiago Calatrava y Norman Foster, que situaban el hipotético edificio junto al puente de Deusto, donde hoy en día está el centro comercial Zubiarte. El Ayuntamiento de Bilbao no apoyó las propuestas del club e invitaba al Athletic a remodelar y ampliar San Mamés en lugar de erigir un nuevo campo.
Durante una década se alargaron las discusiones entre Ibaigane y el consistorio. Parecía imposible encontrar en Bilbao un lugar adecuado para construir un nuevo estadio. La demolición de la antigua Feria de Muestras, junto al campo del Athletic, generó un enorme solar que pronto se vislumbró como una buena solución. El 7 de abril de 2006 Iñaki Azkuna anunció que se había llegado a un acuerdo para el reparto de los terrenos en la zona de Basurto-San Mamés. 40.000 metros cuadrados serían para el Athletic.
En enero de 2007 se firmó un acuerdo importante, la creación de la sociedad San Mamés Barria por parte del Athletic, la Diputación Foral de Bizkaia y la BBK. Entre las tres entidades iban a sufragar el costo del nuevo San Mamés, que se solaparía en el espacio con el viejo campo tras aprobarse el proyecto presentado por la ingeniería bilbaina IDOM. El proyecto llevaba la firma de César Azcárate.
Pero para que todo lo negociado y proyectado pudiese ser una realidad, se necesitaba sacar adelante un trámite indispensable: la aprobación de los socios del Athletic. El club organizó una asamblea extraordinaria el 23 de marzo de 2007 con 782 compromisarios presentes. 547 votaron a favor, el 77%. Definitivamente, el Athletic tendría un nuevo hogar.
La crisis económica afectó al proyecto del nuevo campo y sus responsables decidieron recortar algunos aspectos de lo inicialmente pensado para adecuarse al difícil escenario económico. Se redujo un poco el aforo y se renunció a algunos extras, como un juego especial de luces para los días de partido.
El 26 de mayo de 2010, en un acto muy emotivo, se escenificó la colocación de la primera piedra. Aunque no sería hasta casi un año después cuando las excavadoras comenzarían con las obras, el proyecto cogió un gran impulso cuando Gobierno Vasco y Ayuntamiento se sumaron a la sociedad San Mamés Barria.
Se construyeron primero las tribunas principal, sur y este, dejando pendiente la norte, que se levantaría sobre la planta de la tribuna principal del viejo San Mamés. Sin esa tribuna se inauguró el campo el 16 de septiembre de 2013, en un partido de Liga contra el Celta de Vigo, con victoria del Athletic por 3-2.
El primer partido con todas las tribunas se disputó el 27 de agosto de 2014, en la previa de la Liga de Campeones. El Athletic venció al Napoli por 3-1 ante su nuevo aforo de 53.000 espectadores.
El nuevo campo se ha convertido en un icono más, no solo del Athletic, sino de Bilbao. Su armónica fachada asomándose a la ría sobre Olabeaga es ya una postal típica de la villa.
Su construcción no ha pasado desapercibida en el mundo de la arquitectura y ha cosechado varios premios de prestigio, como el recogido en el World Architecture Festival de Singapur en la categoría Sport-Complete Building el 7 de noviembre de 2015.
El 14 de diciembre de ese mismo año, el presidente Josu Urrutia anunció que el nuevo estadio se iba a someter a su primera reforma. Las quejas de muchos socios por mojarse en los días de lluvia empujó al Athletic a tomar una decisión: alargar la cubierta. El desafío no fue sencillo y supuso un importante desembolso que afrontó íntegramente el Athletic. Esta solución arquitectónica también fue galardonada con el premio internacional Structural Award.
No hay socio del Athletic que no sienta nostalgia al recordar el viejo San Mamés, pero el aficionado del Athletic ya siente el nuevo campo como suyo. Por delante está el reto de conseguir que el ambiente en las gradas sea el mismo que se vivía en su antecesor.
San Mamés se ha convertido en un gran reclamo para eventos deportivos de primer orden mundial. De hecho, en 2015 la UEFA anunció que San Mamés será en 2020 una de las sedes de la Eurocopa. Y el 30 de mayo de 2017 también se anunció públicamente que el campo bilbaino albergaría en mayo de 2018 las finales de las dos máximas competiciones europeas de rugby a nivel de clubes. Los Guns N’Roses fueron los encargados de protagonizar su primer concierto.
El Athletic tiene ya su anhelado nuevo hogar, un lugar único en el que elevar el sentimiento Athletic a la enésima potencia. Y, por supuesto, donde adorar a sus nuevos héroes.