¿Cómo vive este día de recuerdo y también de reivindicación?

—Desde hace varios años, el tercer domingo de noviembre se celebra el Día Internacional en memoria de las Víctimas de Accidentes de Tráfico. Nosotros lo conmemoramos cada año en una de las capitales de Euskadi. Tratamos, por un lado, de recordar a las víctimas y de mantener su memoria por cómo ocurrió y que la sociedad así también lo recuerde y, por otro lado, aprovechar el acto para reivindicar los derechos de esas mismas víctimas porque hay que recordar que las víctimas no son solo los fallecidos, sino también los familiares que las hemos perdido.

¿Qué significado tiene para usted?

—Significa que se mantenga viva la memoria de las víctimas y que no se les olvide. Una manera de hacerlo es, ya que nosotros poco podemos hacer porque ya hemos perdido a nuestros familiares, la de trabajar en pro de que no haya más accidentes poniendo nuestro granito de arena a ello. Una de las vías que siempre trabajamos es la de endurecer las penas. Equiparar la categoría de víctimas a la de otras. Al final, seguimos siendo víctimas de una violencia, de otro tipo de violencia, pero que también lo es.

Para ello, la concienciación de la gente al volante es fundamental.

—Es una lacra que se ve en tercera persona. No nos damos cuenta de que a cualquiera nos puede pasar y que, además, se trata de un asunto en el que no importa cómo vayas tú y que estés cumpliendo las normas, sino que puede ser consecuencia de la irresponsabilidad de otro. Eso es muy importante tenerlo en cuenta. Si fuera que eres un irresponsable y que las consecuencias solo son para ti, tú eres dueño de tu vida, pero ese no es el caso. La cuestión es que las consecuencias son para otros.

Este año las carreteras guipuzcoanas está siendo especialmente trágicas. ¿Cómo lo está viviendo?

—Sí, además estas últimas semanas están siendo muy duras. Siempre decimos lo mismo: queremos ninguna muerte en carreteras. Pero, claro, un aumento nunca es una noticia positiva. Llevamos unos años en los que está bajando el número de fallecidos, pero este año volvemos a las andadas.

¿A qué cree que se puede deber este aumento?

—Las estadísticas están ahí. Hace poco di una charla en el Juzgado de Donostia a personas que han tenido el carné retirado y les recordé que la primera causa de estos fallecimientos son por los aparatos tecnológicos: teléfonos, GPS... En segundo lugar está el alcohol y las drogas y en el tercero, la velocidad. Estas son las tres principales causas. Los despistes puede tenerlos todo el mundo, pero estos tres casos son totalmente evitables. Hay también un dato que muchas veces desconoce la gente y es que la quinta causa mortal en el mundo son los accidentes de tráfico. Solo hay cuatro enfermedades que dejan más fallecidos. Y en la franja de 15 a 34 años es la primera causa. Eso es un dato duro e importante, lo suficiente como para tener en cuenta que esto es un problema que nos atañe a todos.