La Unión Europea (UE) activó ayer el procedimiento para adoptar formalmente la lista de apenas quince países a los que abrirá su frontera exterior mañana. Una lista que será revisada cada dos semanas para adaptarla a la situación epidemiológica y en la que ya aparecen Marruecos y China, pero no más de 150 estados, entre los que se incluyen Estados Unidos, México, Cuba, Brasil o Rusia.

La lista de países cuyos nacionales serán los primeros en entrar en la UE incluye a Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China, según las fuentes consultadas, que, precisan, en el caso de China el levantamiento del veto estará sujeto a reciprocidad.

El requisito de reciprocidad solo se impone en esta lista a China, aunque hay otros que, como Marruecos, no abrirá su frontera en la misma fecha; en este sentido el documento con los criterios pide que la reciprocidad sea tenida en cuenta de "manera regular" pero que se aplique "caso por caso".

Además, los 27 precisan en el texto de compromiso que los residentes de Andorra, Mónaco, San Marino y El Vaticano deberán ser considerados como residentes de la Unión Europea en lo que se refiere al paso fronterizo.

La presidencia de turno de la UE, que hasta hoy ocupa Croacia, lanzó el procedimiento escrito necesario para confirmar el acuerdo, un paso formal necesario ya que durante la pandemia no está siendo posible reunir a los Estados miembro de manera presencial para cerrar acuerdos.

Los 27 tienen hasta hoy al mediodía para aprobar o tumbar la lista de quince países que sus embajadores negociaron hasta el viernes pasado, pero que necesitó de algunas consultas adicionales a lo largo del fin de semana para superar las últimas reservas de varios Estados miembros, lo que retrasó aún más un procedimiento tramitado contrarreloj.

Se trata de una primera relación de países que permitirá reactivar de forma simbólica el tránsito entre la Unión Europea y el exterior, pero se revisará cada dos semanas para alinearla en cada momento con la situación sanitaria, por lo que el Consejo podrá modificar, añadir o excluir nombres en cada reevaluación.

Con ella, no solo quedan fuera de la primera fase Estados Unidos, Rusia, Brasil o Argentina, cuya situación epidemiológica no da garantías, sino que la lista también excluye a la mayoría de los Balcanes occidentales pese a que la Comisión Europea pidió que se les incluyera, y tampoco aparecen otros países con niveles de infección similares a la UE, como Cuba, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua o Venezuela.

En cualquier caso, el compromiso de los Estados miembros es basarse en criterios "epidemiológicos claros" que permitan acotar la lista en función de cuestiones sanitarias y científicas y no como consecuencia de decisiones políticas, de modo que la frontera se empiece a abrir a países en donde el alcance de la pandemia se encuentre en "los niveles de la UE".

Por ello, la recomendación pide que los elementos para decidir qué países tienen carta blanca para entrar se basen en el número de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos catorce días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo en los catorce días anteriores y la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.

Los 27, además, prevén una serie de excepciones para seguir permitiendo los viajes procedentes de los países vetados, si se trata de circunstancias excepcionales de los turistas, por ejemplo para permitir regresar a europeos o familiares de europeos atrapados en el exterior.

La OMS pide cautela. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el fin de la pandemia "ni siquiera está cerca", porque, aunque muchos países han conseguido controlar la propagación del coronavirus, otros lo están viendo resurgir y la tendencia mundial es a una aceleración de las infecciones. En los últimos cinco días se acumularon un millón de nuevos casos, lo que muestra hasta qué punto la curva de infecciones sigue ascendiendo.

2.076

La terapia con Remdesivir, el primer fármaco aprobado para tratar casos graves de covid-19, costará 2.340 dólares (unos 2.076 euros) por paciente en los países desarrollados. La farmacéutica Gilead, fabricante del antiviral, ha fijado en 390 dólares (unos 347 euros) el precio de la dosis de este medicamento. La duración habitual de la terapia, señala la compañía, suele ser de seis viales en cinco días.