El barco Aita Mari, operado por la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), informó hoy de que Malta ha denegado el acceso a sus puertos para los 43 migrantes rescatados en el Mediterráneo, por lo que sigue a la espera de que algún país europeo le autorice a desembarcar.

"Malta nos deniega puerto seguro u otra solución para las 43 personas rescatadas ayer. El tiempo empeora y estos seres humanos llevan demasiados días en el mar con Europa mirando de refilón", ha escrito la organización en las redes sociales.

La ONG informó ayer de que el Aita Mari había localizado una barca con 47 migrantes, pero posteriormente matizó que son 43 los salvados, entre ellos una mujer embarazada.La barcaza en la que navegaban se encontraba desde hacía cuatro días a la deriva en el Mediterráneo Central.

El Aita Mari había zarpado desde el puerto italiano de Siracusa (Sicilia, sur) hacia España, pero fue informado de la presencia de un bote a la deriva con estas personas, que identificó y a las que rescató después de que Malta autorizara su embarque.

El lunes, la ONG había escrito en Twitter que "ahora que Europa sufre una pandemia" quizá sus ciudadanos puedan entender "por qué estas 43 personas huyen y dejan atrás su casa, su vida". "No estamos muy lejos de ser los que nos juguemos la vida. Y la muerte ronda por el Mediterráneo debido a la pasividad criminal de los países ribereños", indicó.

"43 personas van a dormir en paz en nuestra cubierta después de 4 días en una patera. Gracias, eskerrik asko, a toda la gente que, con su apoyo, con su lucha diaria, ha permitido este rescate", añadió en un segundo mensaje.

Tanto Malta como Italia han anunciado que sus puertos permanecerán cerrados a la llegada de cualquier barco de migrantes.

De forma paralela, también espera en el mar el barco Alan Kurdi, de la ONG alemana Sea Eye, que lleva a bordo a 149 personas desde hace nueve días y al que Italia ha negado su atraque.