Gasteiz - Más de 24.000 ciudadanos han registrado en Euskadi desde 2004 el documento de voluntades anticipadas, que sirve para que los ciudadanos expresen los criterios que deben orientar las decisiones a tomar en el ámbito sanitario, como la elección del lugar donde quieren recibir los cuidados al final de la vida. El consejero de Salud del Gobierno vasco, Jon Darpón, compareció ayer en la comisión de Salud del Parlamento para presentar una evaluación de la Ley de Garantía de los Derechos y de la Dignidad de las Personas en el Proceso Final de su Vida aprobada en julio de 2016.

Durante su intervención, el consejero de Salud explicó que el grado de cumplimiento de esta norma es “bueno”, ya que desde su entrada en vigor hasta finales de julio de 2018, cuando se hizo la primera evaluación, el Departamento de Salud y Osakidetza habían planificado 46 nuevas acciones, de las cuales se habían iniciado el 85%.

En el desarrollo de esa ley está el despliegue de las voluntades anticipadas, un documento en el que se ha hecho un avance “notable”, aunque el objetivo es que toda persona conozca que lo puede hacer.

elaborar en los centros de salud Para ello desde el pasado año este documento se puede elaborar en los centros de salud con el médico de cabecera. Además entre abril y mayo serán repartidos unos 100.000 folletos para dar a conocer este documento porque Darpón señaló que no se “conforma” con ser la comunidad que “mayor número” de declaraciones de voluntades anticipadas tiene del Estado, con una tasa de casi once por cada mil.

Preguntado por si la red primaria puede asumir este trabajo, Jon Darpón estimó que sí, aunque no obstante reconoció que puede que en algún centro se necesite un “refuerzo”. “Entendemos que el objetivo es que los médicos de atención primaria se impliquen en la declaración de voluntades anticipadas y haya los suficientes recursos para que lo hagan”, indicó el consejero en su comparecencia. Asimismo, aseguró que no ve un rechazo en este colectivo por asumir esa tarea. Darpón también informó de que se han llevado a cabo cursos formativos para médicos y enfermeros sobre cuidados paliativos. En concreto el pasado año fueron programados 37 cursos en los que participaron 1.031 profesionales.

En este sentido, el consejero afirmó que otro reto es la mejora y extensión de los cuidados paliativos pediátricos en hospitales de los tres territorios y conseguir tener 24 horas al día todos los días del año una cobertura asistencial domiciliaria para cuidados paliativos.

Darpón reconoció que la norma que busca garantizar la dignidad de las personas en el final de su vida fue aprobada por unanimidad en el Parlamento Vasco y matizó que en esta cuestión el límite para avanzar hacia la eutanasia o el suicidio asistido es el Código Penal.

Finalmente, el consejero reafirmó el compromiso de su Departamento con el cumplimiento de esta ley y con aportar recursos para su desarrollo, porque, según señaló, existe margen de mejora a pesar de los avances logrados. - Efe