Dos años como dos siglos, valoró ayer un dirigente político respecto a la primera mitad de la legislatura en el Gobierno español, que ha estado marcada a fuego por la afección de la pandemia del coronavirus con sus posteriores variantes. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en su particular balance de este bienio vio ayer el vaso medio lleno y expresó su compromiso “para que España crezca más y haya más acuerdos” en 2022, como el alcanzado recientemente con la reforma laboral, que situó como uno de los hitos de este periodo.La primera reunión del nuevo Comité Federal del PSOE marcó ayer en Madrid el inicio del año político para Sánchez, que aprovechó la ocasión para echar la vista atrás a su acción de Gobierno al cumplirse justo dos años de su investidura, un hecho que recordó al comienzo de su intervención. Anticipando además las críticas que vertería el PP sobre su gestión, y dado que la política en el Estado está ya en clave electoral por los comicios adelantados del 13 de febrero en Castilla y León -y en el segundo semestre del año en Andalucía-, el líder del PSOE también cargó duramente en su discurso contra los populares.

Así, aseguró que el partido que lidera Pablo Casado no tiene “proyecto político” y que es “rehén de la ultraderecha”. “Poco o nada se puede esperar de la derecha”, lamentó el actual inquilino de Moncloa en su intervención ante el Comité Federal socialista, condicionado por los próximos compromisos electorales. Para Sánchez, “lo mínimo” que se le puede pedir al PP es “rigor y educación” a la hora de hacer oposición. Frente a ello, contrapuso la “estabilidad” que ha traído el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, que se ha enfrentado en estos dos años de legislatura a la “peor crisis sanitaria en cien años”.

“¿Qué hay del otro lado?”, se preguntó el secretario general del PSOE. Efectivamente, del otro lado hubo una crítica sin piedad a su labor por parte de Casado, que aspira a rearmar sus opciones en unas próximas elecciones generales con sendas victorias en los dos comicios previstos este año en comunidades autónomas gobernadas por el PP. “El balance de dos años del Gobierno más radical de nuestra historia democrática y de toda la UE: mentiras al negar la pandemia, indultar golpistas, acercar etarras y subir impuestos, e incompetencia al liderar el paro, inflación y déficit del mundo desarrollado”, denunció.

En un comentario publicado en su cuenta personal de Twitter, concluyó que “el cambio es imparable”, tras recordar las declaraciones de Sánchez en las que aseguraba que no dormiría tranquilo si gobernaba con el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, o que no pactaría con Bildu. El presidente del PP también destacó la apuesta del jefe del Ejecutivo por una España “unida” mientras indulta a los presos del procés, cuestionó que presuma del crecimiento de la economía y censuró su promesa de no subir los impuestos a la clase media trabajadora.

Las mentiras de Sánchez

En línea con las palabras de su jefe de filas, la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, pidió ayer a Pedro Sánchez que “dé un paso atrás y convoque” elecciones generales, después de pasarse dos años “mintiendo a todos y sobre todo”. En declaraciones realizadas en Jerez de la Frontera (Cádiz), dijo que el socialista “miente constantemente y a todos”, y que frente a las promesas que verbalizó en el pasado, ahora hay un “Gobierno dirigido por comunistas, populistas, independentistas y por los herederos de ETA”.

A juicio de Beltrán, con el Ejecutivo de Sánchez “no ha mejorado en nada la calidad de vida de los españoles”, ya que según ella la pobreza energética está ya instalada en el Estado por el elevado coste de la luz, a lo que se suma una subida de la cesta de la compra y del coste de los alimentos básicos. Afirmó por ello que el PP acudirá a los futuros comicios como una “alternativa seria, capaz y preparada para gobernar, con propuestas claras para mejorar la vida de la gente”.

Insistió en que el PP está listo para tomar las riendas, como ya se está viendo en comunidades como Andalucía, Madrid, Galicia, Murcia o Castilla y León, donde la economía crece y se genera empleo, mientras se bajan impuestos. Apuntó que el caso de Andalucía, con Juanma Moreno como presidente, es el “mejor ejemplo que podemos dar a todos los españoles de lo que haremos cuando lleguemos a la Moncloa”, ya que se está transformando tras décadas de ejecutivos socialistas.

Apoyo de todos los grupos

Tras una semana muy plana en el ámbito político, tan solo animada por la enorme polvareda que causaron las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a The Guardian poniendo en solfa un tipo de ganadería, Pedro Sánchez inauguró ayer al año político del PSOE en un Comité Federal en el que sobrevolaron otros temas como dicha polémica de Garzón y la reciente aprobación de la reforma laboral.

En su discurso, Sánchez aseguró que “nuestro proyecto para España se resume en un verbo: crecer. Crecer en economía, crecer en empleo, crecer en libertades, crecer en derechos sociales y laborales, crecer en justicia social. Nuestro proyecto para España es que España crezca”, aseveró. Con este fin, expresó su voluntad de “seguir cumpliendo” con los compromisos adquiridos por su Gobierno en los dos años que restan de legislatura.

Entre lo que ya ha cumplido el Ejecutivo en esta primera parte del mandato, destacó la reforma laboral pactada recientemente con los empresarios y los sindicatos, un “acuerdo de país” que ahora debe ser ratificado por el Congreso y para el que pidió formalmente el apoyo de todos los grupos parlamentarios, incluido el PP. “¿Qué intereses defiende la oposición si se resiste a defender los intereses de los empresarios y también se resiste a defender los intereses de los trabajadores? ¿Qué pone por encima de los intereses de España?”, preguntó.

El cónclave se celebró en un hotel de Madrid con carácter semipresencial, y en el mismo estuvieron presentes el presidente manchego, Emiliano García Page, o el candidato del PSOE a Castilla y León, Luis Tudanca. En su transcurso, Sánchez defendió que la reforma laboral “es una pieza clave para lograr con éxito el principal objetivo del país para 2022: que España crezca más y haya más acuerdos”.

Todo ello frente a un PP al que criticó, pero al que también tendió la mano para llegar a acuerdos, con asuntos pendientes como la renovación del CGPJ. “Solo les exigimos el cumplimiento con su deber constitucional, el respeto al diálogo social y un mínimo de educación y de rigor en su forma de hacer oposición”, concluyó Sánchez.

“Poco o nada se puede esperar del PP, no tiene proyecto político y es rehén de la ultraderecha”

Presidente del Gobierno español

“El balance de dos años del Gobierno más radical de la historia: mentiras e incompetencia”

Presidente del PP