El rey Juan Carlos presentó este miércoles una declaración tributaria "sin requerimiento previo" de la que ha resultado una deuda, ya satisfecha, por importe de 678.393,72 euros, incluyendo intereses y recargos. Así lo informó en un comunicado remitido a Efe el abogado del rey emérito, Javier Sánchez-Junco, que añadía que "en cualquier caso, el rey emérito continúa, como siempre lo ha estado, a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportunos". La regularización voluntaria puede presentarse en cualquier momento antes de que la Agencia Tributaria abra una inspección o un juez cite a declarar como investigado por presunto fraude fiscal o blanqueo de capitales.

La presentación de esta declaración por Juan Carlos I para regularizar su situación fiscal, cuatro meses después de su salida del Estado español, está relacionada con el presunto uso de tarjetas bancarias de las que se habrían beneficiado tanto el emérito como algunos de sus familiares, y usarían fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.

Causas abiertas

Este asunto está siendo investigado por la Fiscalía del Supremo en unas diligencias en las que colabora el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón. Esta línea de investigación sobre gastos realizados con efectivo y que no había sido declarado a Hacienda se une a las otras dos ya abiertas al rey emérito, la primera por posibles comisiones procedentes del AVE a la Meca y que previsiblemente será archivada por no encontrarse indicios que se puedan perseguir respecto del exjefe del Estado, que es aforado ante el Supremo.

Las terceras diligencias abiertas respecto a Juan Carlos I, reveladas por la propia fiscal general del Estado, Dolores Delgado, partieron de una información procedente de "inteligencia financiera" -Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac)-. Se trataría de conductas realizadas en un espacio temporal aún por delimitar y que inicialmente podrían incardinarse en blanqueo de capitales de los que podrían derivarse delitos fiscales.

Según este aviso, Juan Carlos I tendría casi 10 millones de euros en una cuenta activa en la isla de Jersey que habría intentado mover recientemente. Se investiga por ello la existencia de un trust en el que figura el emérito como beneficiario y que se nutre de fondos de otro vehículo financiero similar en las Islas del Canal constituido en los años 90.

El rey emérito salió de España el pasado mes de agosto y reside desde entonces en Emiratos Árabes Unidos como huésped del jeque Mohamed Bin Zayed.