Buenos Aires - Argentina cierra una semana marcada por el cambio de signo político en el Gobierno, nuevamente en manos del peronismo, y en el rumbo de las políticas que buscarán sacar a la economía de su letargo.

El conservador Mauricio Macri puso fin a su gestión en un momento complejo para la economía, con una crisis que, pese a su profundidad, no impidió que completara su mandato, una señal de consolidación de la democracia argentina. Su sucesor, Alberto Fernández, emerge como líder de un peronismo que, unido tras años de divisiones, regresa a la Casa Rosada, con la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) ahora en la Vicepresidencia.

Alberto Fernández, jefe de Gabinete durante los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández, asumió la Presidencia el martes con una llamada a la unidad para superar “el muro del rencor y del odio entre argentinos”.

Su llegada a la Casa Rosada es, de hecho, resultado de la unidad de sectores muy diversos del peronismo y en pugna hasta hace pocos meses, incluyendo el kirchnerismo liderado por Cristina Fernández y los poderosos gobernadores justicialistas. Además de llamar a la unidad, Fernández -que asume la Presidencia con una pobreza en Argentina cercana al 40%, según cálculos privados- prometió reordenar la economía, saliendo de la “lógica de más ajuste” y protegiendo a “los más vulnerables”.

La agenda económica del nuevo Gobierno ha sido seguida atentamente por los mercados, que operaron mayormente en positivo, aunque con suma cautela.

El miércoles, el nuevo ministro de Economía, Martín Guzmán, dio las primeras pistas sobre el cambio de estrategia para intentar revertir la crisis económica, pero el Gobierno comenzó a actuar decididamente desde el viernes, con las primeras medidas. Guzmán, de perfil heterodoxo, habló de ir hacia superávit fiscal y comercial, pero advirtió de que de momento no hay margen para hacer más ajustes fiscales porque, a su juicio, ello profundizaría aún más la recesión.

Por ello, dijo que el Gobierno buscará oxígeno para volver a crecer negociando de modo constructivo un acuerdo de mayores plazos de pago con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El nuevo Gobierno convocó el viernes a sesiones extraordinarias en el Parlamento para tratar un proyecto de ley de “Solidaridad Social y Reactivación Productiva” en el marco de la “emergencia económica”. A última hora del viernes, impuso el pago doble de indemnización en caso de despidos por 180 días y ayer sorprendió al decretar un alza en los impuestos a las exportaciones agropecuarias.

Política exterior Al asumir el poder, Fernández prometió que, en materia de política exterior, buscará poner en marcha “una integración plural y global”. Con Brasil, principal socio comercial de Argentina, Fernández llamó a construir “una agenda ambiciosa”, con una relación que “va más allá” de las diferencias personales de quienes gobiernan. - Efe