"Te echo de menos, vecino", escribía uno de estos días el cantante Manu Chao en las redes sociales. Podrá gustar más o menos, pero hay pocas personas en el mundo de la música como Manu Chao, el músico francés de origen vasco nacido en París, en 1961. Se dio a conocer junto a su hermano Antoine con la frenética patchanka del grupo Mano Negra tras pasar por formaciones como Hot Pants y Los Carayos, pero optó por bajarse del carro de la industria cuando era una auténtica estrella para actuar cúando y cómo le apetece, la mayoría de las veces sin anunciar, bajo pseudónimo y ante audiencias reducidas, y ofreciendo su música de manera gratuita, al margen de discográficas y multinacionales.

Enterrado Mano Negra, Chao lanzó su carrera en solitario con el disco Clandestino (1998), con una mezcla sencilla y festiva de rumba, reggae -Bob Marley es su héroe de siempre, y le llegó a dedicar una canción- y sonidos latinos. Vendió más de tres millones gracias a canciones como Desaparecido o Bongo bong. Le siguió Próxima estación, esperanza (2001), álbum en el que repetía la fórmula y se vendió algo menos, pero apuntaló su estatus como icono del mestizaje global y la contestación al sistema capitalista y la globalización, del que intentó huir siguiendo el modelo de Bob Dylan a mediados de los 60.

"He recuperado mi libertad", dijo Chao tras romper con las multinacionales. Asentado en Barcelona desde hace años, recorre los continentes como un trovador trotamundos. De hecho el covid-19 le pilló de gira en Asia. Ahora, recluido en casa y mientras va mostrando su apoyo a los sanitarios que están luchando en la línea del frente contra el coronavirus, ha puesto en marcha las Coronarictus Smily Killer Sessions, serie de vídeos en los que ofrece canciones interpretadas en solitario -temas propios y versiones- que cuelga en sus redes sociales.

Dice el tópico que "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Es el caso de esta canción, desconocida en su repertorio. Lleva el título de La libertad y aquí está su vídeo, que ofrece un mensaje esperanzador, alegre y positivo. "Mi libertad, te extraño", canta Chao.

"Y.... ya que ahora no hay libertad para caminar, pero sí para pensar... hago la pregunta: ahora que estamos encerrados en casa ¿nos damos cuenta de cúanto nos autoconfinábamos frente a la pantalla del móvil cuando estábamos libres de estar por la calle, en el metro, en un bar, con amigos y amigas?”, se pregunta Chao.

El resto de las canciones de estas sesiones acústicas se pueden ver en #manuchao #coronarictus #paseandoperros

Finalmente, os dejamos el enlace de una arrebatadora versión de La primavera en directo grabada en Baiona, en 2008 y con ikurriñas al viento, en un meddley con Me gustas tú. La canción se incluyó en el disco Próxima estación esperanza. La actuación completa está disponible en el DVD Baionarena, editado en 2009.

Letra

"Qué hora son mi corazón?

Qué hora son mi corazón?

Qué hora son mi corazón?

Qué hora son mi corazón?

Qué hora son en Inglaterra?

Qué hora son en Gibraltar?

Qué hora son allá en Fisterra?

Qué hora son hey ByebyeBom?

Qué hora son la vida entera?

Qué hora son en el Japón?

Qué hora son en Mozambique?

Qué hora son en Washington?

Nos engañaron Byebyebom!

Nos engañaron con la primavera!

Nos engañaron Bye Bye Bom!

BOMBALA BOMBALA BOMBALA

BOMBALA BOMBALA BOMBALA

BOMBALA BOMBALA BOMBALA

Qué hora son mi corazón?"