Es evidente que la electrificación cobra un protagonismo creciente. Al menos en la oferta de automóviles. La demanda va mucho más lenta; irá aumentando a medida que la clientela potencial disipe sus reticencias y, obviamente, vea que los precios de esta tecnología entran en órbita. Mientras no lleguen coches 100% eléctricos asequibles y razonablemente autónomos, los modelos de propulsión híbrida se consolidan como una alternativa transitoria razonable. Y en esa solución de compromiso comienzan a proliferar y destacar las propuestas enchufables, dispuestas a conciliar la eficiencia energética y medioambiental de los modelos de ‘0 emisiones’ con la libertar de movimientos de los animados por motores de combustión.

La principal cualidad de esta fórmula de hibridación enchufable es que permite elegir al usuario la modalidad de funcionamiento idónea para cada circunstancia. Sus partidarios, en constante aumento, alegan que esa versatilidad permite aprovechar un abanico de virtudes. Propicia reservar la todavía limitada autonomía eléctrica para circular sin secuelas contaminantes por escenarios urbanos, aprovechando la aportación del motor de combustión en largos desplazamientos por carretera y dejando que el propio sistema combine de modo inteligente las dos tecnologías en una utilización cotidiana.

Los sistemas modernos, como el empleado en los Peugeot, consiguen que esta gestión aparentemente compleja resulte sencilla. Quien conduce solamente tiene que elegir, por medio de un selector en el cuadro de mandos, la fórmula preferida para avanzar.

El modo Electric recurre únicamente a esta energía para traccionar; permite rodar a un máximo de 135 km/h hasta 59 km. El pulsador de control permite pasar en cualquier momento a modo Hybrid, que armoniza el esfuerzo del motor o los motores eléctricos con el de gasolina; el sistema lo hace teniendo en cuenta el recorrido y el estilo de conducción para alcanzar la mayor eficiencia energética. La función Sport, concebida para satisfacer los gustos de las personas más temperamentales, libera toda la energía para fomentar las mejores prestaciones. La modalidad 4WD, disponible en una de las versiones del 3008, activa la tracción a las cuatro ruedas para garantizar el avance incluso en condiciones de adherencia precaria.