Original, sinónimo de singular, viene de origen. Este concepto es también el leitmotiv del eslogan que acompaña a la última interpretación del C3 Aircross: Origins since 1919. Citroën la propone como parte de las acciones conmemorativas del centenario de su fundación, que celebra este año. La marca francesa pone en escena una vistosa y bien pertrechada variante Origins del exitoso crossover compacto, con la que pretende rendir homenaje a su faceta más intrépida, la que la llevó a protagonizar expediciones como la travesía del Sahara en 1922.

La nueva propuesta no trascendería la condición de pura anécdota si no fuese por el éxito del modelo que la ejecuta. El C3 Aircross se vende como rosquillas; igual que sucede con su hermano mayor el C5 Aircross. Una y otra creación contribuyen decisivamente a que la firma de las espigas esté recobrando el favor del público y vuelva por sus fueros, es decir, que recupere el sitio entre las marcas que cuentan.

La principal aportación, prácticamente la única, de esta variante Origins del escueto SUV made in Spain es su puesta en escena esmerada y diferenciadora. El resto de sus características son bien conocidas y, justo es reconocerlo, estimadas por un público que contempla al C3 Aircross entre sus propuestas crossover favoritas.

La edición Origins se identifica por los colores específicos de su carrocería -Blanco Banquise, Gris Artense o Gris Platino-, que se combinan siempre con el techo en tono Negro Onyx. Otras características distintivas de esta definición son las llantas de aleación ligera de 16” Matrix Black que calza, así como las pinceladas de color bronce anodizado que adornan diversos elementos del exterior: los embellecedores de los faros y los retrovisores, el grafismo de efecto persiana en las ventanillas de custodia traseras y los adhesivos de las puertas delanteras con el lema Origins since 1919 que conmemora los 100 años de Citroën.

Las peculiaridades de esta edición especial persisten en su interior. La cabina exhibe una ambientación sofisticada que, según dice la marca, “se inspira en el universo de los viajes y en las artes decorativas”. Lo cierto es que Citroën ha puesto un especial mimo en los materiales empleados a bordo y cuida los pequeños detalles que constatan el pretendido plus de calidad, como por ejemplo los toques en color bronce anodizado en los aireadores. Para corroborar esa sensación de empaque y refinamiento, los asientos de esta versión Origins van revestidos con una tapicería específica, en tonalidad Curitiba Gris, rematada con pespuntes dorados y con el logotipo de la serie especial.

Por lo que se refiere al equipamiento, la edición especial Origins del C3 Aircross responde a las elevadas expectativas del fabricante. Las dotaciones habituales del modelo se completan con una pantalla táctil de 7 pulgadas (17,8 centímetros), navegador Citroën Connect NAV con información sobre el estado de tráfico en tiempo real, sistema MirrorScreen para conectar smartphones al coche y dispositivo asistencia en maniobras de estacionamiento trasero.

En el apartado mecánico no hay sorpresa alguna. Las personas seducidas por la coqueta puesta en escena de esta entrega Origins pueden elegir entre dos conocidas configuraciones motrices del C3 Aircross. Una la protagoniza el bloque de gasolina PureTech de 110 CV, provisto de sistema Stop&Start y asociado a la caja de cambios manual de seis velocidades. La otra opción la ofrece el propulsor diésel BlueHDi de 100 CV, vinculado a los mismos componentes. El Citroën C3 Aircross Origins plantea un precio de partida de 16.590 euros.