Swastika es una pequeña aldea del Estado de Nueva York, a 54 kilómetros de la frontera canadiense. Aunque el nombre -esvástica, en castellano- se eligió hace ya más de un siglo, un cliclista que paseaba por la zona y que reparó en el peculiar nombre de la población, ha sacado el nombre de pueblo a debate, declarando en la cadena NBC que la denominación es “irrespetuosa” hacia los soldados muertos en la Segunda Guerra Mundial enterrados en las cercanías de la zona. El Ayuntamiento de Swastika llevó a pleno el cambio de nombre pero apenas bastaron cinco minutos para que los cuatro concejales rechazaran por unanimidad cambiar el nombre. La denominación del lugar es anterior al auge del Partido Nazi, que escogió la cruz esvástica o gamada como símbolo. El supervisor municipal señala que el nombre se adoptó antes de la Segunda Guerra Mundial, y que se tomó directamente de la palabra sánscrita para decir ‘bienestar’.