UN partido de baloncesto se puede disfrutar desde muchas perspectivas: desde las gradas, como aficionada; desde la cancha, como jugadora; o como voluntaria, apoyando la organización del evento. Recientemente esta bilbaina participó en la final femenina de baloncesto en Avilés. Sin esperarlo, una vez finalizado el encuentro la organización reconoció su participación regalándole una placa. “Fue toda una sorpresa que no me lo esperaba. No voy a negar que este tipo de detalles siempre te emocionan”, apunta la bilbaina Olga Sebastián. Las funciones que los voluntarios realizan no tiene recompensa económica e incluso ellos suelen pagarse los desplazamientos y el alojamiento cuando el evento es fuera. “El algunos casos nos dan diplomas y recibimos el aplauso del público”, cuenta. Para Olga es una forma de escape: “Hay gente que piensa que abusan de nosotros, pero siempre digo lo mismo: A mí no me obliga nadie, lo hago porque quiero”.

La realidad es que a Olga Sebastián le apasiona el basket y ha vivido el baloncesto desde todas las vertientes. La bilbaina ha sido jugadora y, después de unos años desvinculada de este mundo fue hace ocho cuando retomó su afición, pero en esta ocasión como voluntaria de eventos deportivos. “Mi hija empezó a jugar y volvió a engancharme”, cuenta. Esta bilbaina es todo un ejemplo de cómo permanecer cerca del deporte en grandes eventos deportivos desde la figura del voluntariado. El destinó le volvió a acercar a este mundo que dice le apasiona. “Con el mundial de baloncesto en Bilbao intenté que mi hija y sus amigas pudiesen entrar de voluntarias, me parecía una gran oportunidad, pero casualidades de la vida cuando se celebró el torneo ellas se marchaban de viajes de estudios. Y decidí apuntarme yo; hice pruebas y me cogieron”, explica. Olga lleva a sus espaldas unas cuantas competiciones y torneos deportivos. Desde hace tiempo sus fines de semana los destina a colaborar en la organización de eventos deportivos. Su pasión y esas ganas de colaboración la han llevado desde las Fases Finales de Bizkaia a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pasando por la Copa del Rey en Canarias. “No me importa hacer la maleta e irme. Aprendo y disfruto mucho”, explica. Sebastián ha vivido intensamente la Final Four en Miribilla celebrada recientemente en Bilbao apoyando el evento desde el voluntariado. “He ido a sitios lejanos para participar en eventos deportivos y cómo no iba a estar en la Final Four de Bilbao”, asegura Olga. Las funciones que realizan son variopintas, depende del número de personas y del evento. “Lo mismo nos toca hacer de acompañante de equipos, control de vestuarios, banquillo, control de balones, recogida de información para la prensa y auxiliar de mesa”, indica la bilbaina.

Olga disfruta y asegura sentirse feliz siendo voluntaria: “Para mí es una manera de seguir estando en contacto con un deporte que me ha gustado desde siempre. Ser voluntaria me permite seguirlo de cerca”.