MADRID. Un sumergible tripulado llegó al fondo del Océano Atlántico (3.810 metros/12.500 pies) a principios de agosto. El objetivo de la empresa, ganadora de un premio Bafat y de otro Emmy, era el de conseguir material para una película documental con parte de las filmaciones, que se estrenará próximamente.

En total, se realizaron un total de cinco inmersiones al naufragio durante ocho días, en el lugar donde reposan los restos del Titanic, a 370 millas al sur de Terranova, Canadá.

Siguiendo los protocolos legales establecidos por Estados Unidos, el equipo de expertos y científicos examinó los restos del barco, capturando por primera vez extraordinarias imágenes 4K utilizando cámaras especialmente adaptadas.

Según Atlantic Productions, este material ayudará también a evaluar la condición actual del naufragio y proyectará su futuro, además de permitir visualizar el naufragio utilizando la tecnología de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR).

El equipo estaba dirigido por el explorador Victor Vescovo y el experto en el Titanic, Parks Stephenson. Las inmersiones llegaron a casi 4.000 metros de profundidad en aguas de 1 y descubrieron cómo el naufragio se ha vuelto vulnerable a los remolinos y está sujeto a las corrientes marinas en constante cambio.

La corrosión salina, las bacterias que comen metales y la acción de corrientes profundas están teniendo un gran impacto en los restos del Titanic. El equipo observó que un área de deterioro estaba en los cuartos del oficial, donde el capitán tenía sus habitaciones.

Mientras estaban en el sitio, el equipo también depositó una corona de flores y celebró una breve ceremonia en honor a quienes perdieron la vida en 1912, durante el viaje inaugural del Titanic desde Southampton a Nueva York.

"El área de deterioro más impactante fueron los cuartos del capitán. Por ejemplo, la bañera de este aposento ya no está y el deterioro continúa avanzando", ha lamentado Parks Stephenson, historiador del Titanic.