Desvela David Oelhoffen que su objetivo con Enemigos Íntimos era “filmar los suburbios tal como son”, fantasías suburbanas a un lado. Y es que su último largometraje se sumerge en el mundo de la policía y la vida del crimen. Lo hace, además, de la mano de dos amigos, Matthias Schoenaerts -La chica danesa, Red Sparrow- y Reda Kateb -Un profeta, La noche más oscura-, que encarnan a un policía, un criminal y la fina línea que separa el bien del mal.

“Tengo un amigo abogado que tiene traficantes de drogas bastante importantes entre sus clientes”, cuenta Oelhoffen, para destacar que a partir de conversaciones privadas con ellos, encontró que en realidad, “en la vida criminal hay muchas expectativas, mucho miedo y poco romanticismo”. Un punto de vista que empujó al cineasta a querer ver esa misma realidad desde el lado opuesto: dentro de la policía. Así surgió el guion del filme. Enemigos Íntimos narra, a ritmo de thriller, cómo Driss y Manuel han crecido cual hermanos en un conflictivo suburbio en manos del narcotráfico. Sin embargo, sus destinos les separan: ahora uno es policía, y el otro, criminal. Y cuando uno de los mayores golpes de Manuel se va al traste, ambos se reencuentran entre traiciones y resentimientos.

“La película busca resueltamente lo que ha sucedido en Francia en 2018, con las características inherentes y con el menor sesgo posible”, comenta Oelhoffen, autor también del largometraje Lejos de los hombres (2014). Precisamente uno de los actores que participó en aquel proyecto, Reda Kateb, es quien encarna a Driss, el policía que se enfrentará a su amigo del barrio. De hecho, Oelhoffen apunta que se inspiró en el intérprete galo para escribir el personaje, como alguien que “quiere ser visto a través de sus cualidades, pero que siempre recuerda sus orígenes”. La relación entre ambos guiará el filme, descubriendo la realidad de los barrios marginales donde la delincuencia sin grandes números está a la orden del día.