DONOSTIA. El proyecto de la Fundación Emaús Trakziona, que busca dar un nuevo uso a los residuos, ha convertido los retales sobrantes del forro de los techos de autobuses fabricados por la compañía vasca Irizar en accesorios.

Según informa Emaús, se trata de una iniciativa, apoyada por la Diputación foral de Gipuzkoa, persigue impulsar la economía circular y el consumo sostenible en el territorio histórico utilizando materiales como lonas publicitarias a las que se da un segundo uso convirtiéndolas en bolsos o neceseres, por ejemplo.

En este caso se ha utilizado los retales sobrantes del forro de los techos de autobuses fabricados por Irizar. Las piezas son elaboradas en un pequeño taller de la localidad guipuzconaa de Arrasate, a partir de la empresa de inserción promovida por el Grupo Emaús Fundación Social. Las mismas fuentes han explicado que Trakziona "trata de convertir residuos en recursos procedentes de las grandes empresas de Gipuzkoa".