cADA vez que hablamos de 5G, siempre me encuentro con la misma réplica: “Pero si todavía no tenemos 4G en todas partes, para qué vamos a necesitar ahora mismo 5G” o “más velocidad con 5G, pero para el uso que hago de Internet en mi móvil me parece suficiente lo que tengo ahora mismo, y además seguro que será más caro”. Es verdad que las redes móviles 5G van a multiplicar por 10 la actual velocidad con la que navegamos en nuestros smartphones a través de Internet, pero hay otras razones más importantes por las que necesitamos que se implemente esta red lo antes posible (ASAP que es una coletilla que se ha puesto de moda en los finales de los correos electrónicos). El objetivo final será el acceso a Internet desde cualquier sitio, desde cualquier dispositivo y con la misma calidad en todos los sitios. Dejaremos de hablar de la red 5G o del WiFI6, pero esto es el futuro, vamos a ver qué trae el presente.

El avance que supuso la llegada del primer smartphone se encontró con que las redes de telefonía móvil no eran capaces de dar la calidad de servicio que los consumidores iban demandando. El universo de aplicaciones crecía y crecía, hasta hacer que estos dispositivos pudieran funcionar como un pc portátil, pero solo les sacábamos todo su rendimiento cuando nos conectábamos a una red wifi. El diseño de la red 4G trataba de corregir ese problema pero, como siempre, la tecnología avanzaba a tal velocidad que no se intuyó la gran revolución que estaba empezando a surgir en ese momento, la universalización del Internet de las Cosas (IoT). Los investigadores hicieron un cálculo para el número de teléfonos móviles que se iban a conectar al 4G, pero no se dieron cuenta de que en breve cualquier dispositivo electrónico iba a necesitar conectarse a Internet. Fíjate en tu casa, un dispositivo por miembro del hogar, más las tabletas, los portátiles, la televisión inteligente y recuerda que ahora hasta las bombillas se pueden conectar a Internet.

autopista sobredimensionada Las redes 4G son como una autopista sobredimensionada para que viajen un millón de coches sin saber que dentro de un año los fabricantes van a vender 100 millones de vehículos. Y precisamente la llegada del coche de Google, ese vehículo autónomo que va a llegar mas pronto que tarde, necesita el despliegue de la red 5G, porque el problema de la latencia queda resuelto. Ahora, desde que establecemos la conexión hasta que el servicio responde, se produce un retardo o latencia que no es apreciable por la mayoría de los servicios que utilizamos. Pero si queremos dar ordenes en remoto o avisar de un determinado peligro a un vehículo autónomo, esos milisegundos de retardo pueden provocar un accidente.

Todo esto va a suponer algunos problemas para los usuarios. En verano se va a producir la subasta para obtener una de las licencias del espectro radioeléctrico que ocupará el 5G. La hora de las previsiones al responsable le pilló en el café, y en su momento no se tuvo en cuenta que ahora está ocupado por la TDT. Así que en el primer trimestre de 2020 tendremos que reorientar de nuevo nuestras antenas. A la hora de comprar un terminal móvil, de momento solo Samsung o Huawei disponen de terminales compatibles con 5G, pero en breve todas las marcas sacarán un modelo con esta característica lo que hará que debamos pensar en ir cambiando de teléfono de aquí a dos años. Ya estamos diseñando la red 6G, una buena oportunidad para las tecnológicas vascas.

@juandelaherran