Bilbao - Jon Bilbao (Santurtzi, 1981) trabaja en la radio desde hace más de una década. Ha presentado programas de Radio Euskadi como Más que palabras, Grafitti o Boulevard. Por fin, viernes es su primera incursión en televisión y no niega que está “algo nerviosillo” porque va a afrontar más de dos horas en directo. El programa lo formarán varias mesas de debate y entrevistas en plató con personajes de diferentes ámbitos. “Como estamos tan pegados a la actualidad, puede haber variaciones. No es un formato cerrado, ni mucho menos”, adelanta. Él se define como “curioso”, así que no desdeña ningún ámbito. “La actualidad exige un esfuerzo y estar en muchos frentes, y las propias empresas nos exigen esa polivalencia”, reflexiona.

Tres años antes de que usted naciera triunfaba la película ‘Gracias a Dios es viernes’, que le valió un Oscar a Donna Summer. ¿Este espacio es algo parecido, pura fiesta y diversión?

-¡Noooo! Incide más en la información: es un repaso a la actualidad desde un punto de vista crítico y a la vez distendido. En Por fin, viernes tiene mucho peso el debate, pero huyendo de la etiqueta de sesudo y a la vez sin perder el rigor. Muchas veces los periodistas nos alejamos de las perspectivas de los lectores, oyentes o espectadores y aquí intentaremos que la audiencia se sienta reconocida en lo que se cuenta, transmitir cercanía. No se trata de un programa de ocio, pero intentamos que sea la mejor forma de empezar el fin de semana.

Para empezar, un invitado difícil: José Ignacio Goirigolzarri.

-El equipo de producción ha hecho un gran esfuerzo. Es la primera vez que el presidente de Bankia accede a una entrevista en televisión en directo. Pero, además de los temas de actualidad, también hablaremos con él de asuntos personales. Queremos conocer a quien se dice que puede ser uno de los últimos grandes banqueros vascos.

También está prevista la presencia en Miramon de Eduardo Madina y Mikel Urmeneta.

-El proceso socialista va a suscitar un debate que ya está en la calle y que queremos llevar al plató: la regeneración de los partidos y el cambio de rostros o de ideas. Urmeneta, creador de Kukuxumuxu, dará su visión de los Sanfermines y explicará la retirada de un polémico dibujo. Así se dará paso a otro debate: las agresiones sexistas en fiestas. Entrevistas y debates irán intercalados. Empezamos con temas duros. Corremos un riesgo, pero es parte de nuestra labor: contar lo que está pasando. A lo largo del espacio entrarán redactores del equipo para profundizar en los datos y tendremos expertos que harán análisis más concretos. Es cierto que el peso recae en el presentador, pero hay un equipo amplio e intentaremos que el programa sea lo más coral posible.

Su primer trabajo en televisión y se atreve con un directo de dos horas. ¿Es un tío ‘echao p’alante’?

-Ja, ja, ja. No, qué va, ni mucho menos. Yo me pienso mucho las cosas antes de tomar una decisión. Sopesándolo mucho dije que sí. Para mí, este programa es un reto, pero el formato no me es ajeno aunque no haya hecho televisión antes.

¿‘Por fin, viernes’ es un programa para julio y agosto?

-Está pensado para la programación de verano, pero no sé más. De momento lo puedo compatibilizar con la radio y esa fue una de las razones por las que acepté. Este mes estoy haciendo Más que palabras, así que tengo tele el viernes por la noche y radio, los sábados y domingos por la mañana. Yo me siento muy ligado a Radio Euskadi y hombre de radio, eso en primer lugar. Desde que tenía 14 años, incluso antes de que me cambiara la voz, quería hacer radio.

¿No andaría por ahí de niño con un Chupa-Chups como micrófono?

-A tanto no llegaba, pero sí hacía retransmisiones que no salían al aire, con música de fondo, y simulaba que subía y bajaba sintonías o entrevistaba a familiares y amigos.

Y si se le presentara el dilema: ¿sería capaz de dejar la radio?

-Mejor no me lo plantees, ni me lo planteo yo. Tampoco el año pasado pensaba presentarme a un casting de comunicadores de ETB y lo hice por probar. Lo que menos imaginaba es que en julio fuera a presentar un programa. Entro con humildad, como si hoy empezara a trabajar y a aprender. Lo pregunto todo.

Antes los periodistas radiofónicos no querían ir a la tele ni de invitados para mantener el misterio de cómo era el dueño de esa voz...

-Desde hace algunos años, con las redes sociales, ha desaparecido esa magia. Es cierto que se ha perdido parte del romanticismo y del misterio que tenía la radio porque ahora también se hacen programas con público: a mí siempre me dicen que aparento más edad.

A lo mejor para otoño le ha cogido cariño a la cámara...

-No sé si es mejor que se lo coja yo a ella o ella a mí. No sé dónde está el secreto.

¿Sabe quién es el amo absoluto de la noche del viernes? No es sesudo precisamente...

-(Se ríe). Cada espectador tiene sus preferencias, pero no creo que un formato esté reñido con otro: depende del estado de ánimo, del hartazgo, de la indignación... Cada uno tendrá su público, pero también puede ser el mismo. Cada rato uno consume lo que le pide el cuerpo y eso no te convierte en estereotipo.