Dormir con el móvil cerca parece algo inocente, pero los datos apuntan a lo contrario. Poco a poco, puede afectar al descanso, al funcionamiento mental y al equilibrio emocional. Desconectar por las noches puede ser una de las mejores decisiones para cuidar la salud sin hacer grandes esfuerzos.

El sueño, el primer afectado

Un estudio publicado recientemente mostró que quienes dejaban de usar el teléfono al menos 30 minutos antes de acostarse no solo dormían mejor, sino que también experimentaban mejoras en su estado de ánimo y capacidad de concentración. Por otro lado, quienes lo tenían cerca y en uso durante la noche tardaban más en dormirse y se despertaban con más frecuencia.

Una joven tras tener un sueño reparador Freepik

Otra investigación realiza por el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Gotemburgo demostró que usar el móvil poco antes de dormir puede retrasar el sueño profundo gravemente. Se ha descubierto que la luz azul emitida por las pantallas altera la producción natural de melatonina en nuestro cuerpo, hormona que regula el sueño.

Menor atención y memoria

Un trabajo publicado en Science Direct en 2023 analizó el impacto del uso nocturno del móvil en la memoria de las personas. Los participantes limitaron su uso antes de dormir durante cuatro semanas y tuvieron mejoras en tareas que requerían atención y retención de información.

Además, varios estudios en entornos escolares y universitarios han detectado que el uso prolongado del teléfono en la cama está relacionado con un peor rendimiento académico. Menos sueño profundo se traduce en menor capacidad para concentrarse, memorizar o mantener la atención durante el día.

Un peor estado de ánimo

En la misma investigación referenciada en el último párrafo, los voluntarios que evitaban el teléfono antes de dormir mostraron menor irritabilidad y menor sensación de fatiga mental. Adicional al uso del móvil, se ha comprobado que el uso de redes sociales en la cama antes de dormir activa nuestro cerebro y dificulta que nos relajemos antes de dormir.

En un estudio realizado con adolescentes, se vió que quienes usaban el móvil justo antes de dormir presentaban niveles más altos de ansiedad, cambios de humor y menos energía a lo largo del día.

¿Por qué ocurre esto?

El principal culpable es la exposición a la luz azul, que inhibe la liberación de melatonina y altera los ritmos circadianos. Pero también influye el tipo de contenido que se consume. Navegar en redes sociales o contestar mensajes hace que el cerebro se active y dificulta la desactivación natural de antes de dormir.

Te puede interesar:

Además, aunque el teléfono no se use, tenerlo encendido cerca de la cama implica que puede vibrar, emitir luz o generar pequeñas interrupciones durante la noche, lo que fragmenta el descanso.

Dormir mejor no requiere grandes sacrificios. Las recomendaciones de los especialistas son dejar el móvil todo lo lejos que se pueda de la cama, evitar usar pantallas durante 30 minutos antes de dormir y usar un despertador tradicional en vez del móvil.