Una mujer ha sido detenida en Ezkerraldea por vender quesos frescos que elaboraba en su casa sin control sanitario. La arrestada distribuía los productos tanto a particulares como a establecimientos comerciales en diferentes municipios de Bizkaia, por ejemplo a través de un locutorio de Santurtzi.

Las investigaciones, según ha informado el departamento de Seguridad, comenzaron el pasado mes de febrero, a raíz de una denuncia que se realizó al departamento de Sanidad en la que se alertaba de que una persona estaba vendiendo quesos que elaboraba en su domicilio sin ningún tipo de control sanitario, con lo que podrían ser nocivos para la salud.

Durante la investigación, los agentes de la Ertzaintza descubrieron a un hombre que llevaba cantinas de leche tanto a la casa de la arrestada en Ezkerraldea como a la de su madre, y que la primera salía de forma habitual de ambas con quesos para su venta.

La detención se produjo la semana pasada y, al acceder al domicilio, los ertzainas comprobaron que el mismo no cumplía las condiciones necesarias para elaborar quesos para vender al público.

También se realizó, junto a técnicos del departamento de Salud del Gobierno vasco, una inspección en un locutorio de Santurtzi donde la mujer entregaba pedidos. De hecho, encontraron varios quesos que estaban a la venta sin ningún tipo de etiquetado.

Además de la detenida, otras tres personas, entre ellas su madre, han sido investigadas por este presunto delito contra la salud pública, que han sido ya remitidos al juzgado de Barakaldo. Además de las posibles consecuencias penales, el Salud incoará el correspondiente expediente administrativo.

REQUISITOS EXIGENTES

La Unión Europea es muy garantista respecto a la protección de la salud y a la seguridad alimentaria, por lo que los requisitos son exigentes y abarcan aspectos de instalaciones y equipos, limpieza, prácticas correctas de trabajo, controles y analíticas internas, formación del personal o etiquetado.

Una producción clandestina no está sometida a estos controles y autorizaciones, por lo que no se garantiza el cumplimiento de todos estos requisitos que dan seguridad al consumo de los alimentos elaborados.

RIESGO DE LISTERIOSIS

Los quesos de maduración corta, como los frescos, implican un riesgo importante de ser vehículos de transmisión, entre otros patógenos, de la bacteria Listeria monocytogenes, siendo uno de los productos más asociados a brotes de listeriosis.

Aunque se da también en quesos madurados, es más frecuente el problema en los de maduración corta, especialmente si se elaboran con leche no pasteurizada o sin garantías de pasteurización adecuada, como puede darse con más probabilidad en establecimientos clandestinos.