Pese al notable descenso de consumo de tabaco registrado en las últimas décadas, el tabaquismo sigue siendo la principal causa de mortalidad evitable en el Estado. Es responsable de más de 50.000 muertes al año y está directamente relacionado con el 90% de los casos de cáncer de pulmón y con una parte significativa de las enfermedades cardiovasculares respiratorias, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Pese al gran reto que supone dejar de fumar, Mar Santamaria, responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, asegura que es posible: "Dejar el tabaco es un proceso, y lo sabemos, nada fácil. Hacer frente a la adicción física y psicológica de los cigarrillos es todo un reto y hay que tomárselo muy en serio. Puede requerir más de un intento, pero la buena noticia es que muchas personas lo logran. Eso sí, no hay recetas mágicas y hace falta una buena dosis de voluntad".

Una mujer joven fuma un cigarrillo.

Consejos para dejar el hábito

Para no desfallecer en el proceso y alcanzar la recompensa que son los enormes beneficios que tiene dejar de fumar, todo empieza con la firme decisión de dejar el tabaco. Mar Santamaria ofrece un decálogo como guía para lograr el objetivo final.

1- Pensar en los motivos

Hacer una lista con todas las buenas razones para dejar de fumar, desde la repercusión en la salud hasta el ahorro que supone dejarlo, ayuda. A más razones, mayor motivación.

2- Repasar la lista

Es importante estar preparado psicológicamente para empezar el proceso y estas reflexiones anotadas son el primer paso para conseguirlo.

3- Ser consciente de cada cigarrillo

La idea es dejar de automatizar el acto de fumar y ser más conscientes de cuánto se fuma al día. Anotarlo resultará útil.

4- Poner cifras al ahorro

Calcular cuánto se gasta al mes en tabaco y pensar en algún capricho que se puede adquirir con ese dinero puede resultar motivador.

5- Buscar compañía

Encontrar a alguien del mismo entorno que vaya a dejar de fumar y vivir el proceso juntos puede ayudar.

Una mano sostiene un cigarrillo encendido.

6- Pedir ayuda a un profesional

Ponerse en manos de una persona formada en el proceso de deshabituación tabáquica puede ser de gran ayuda.

7- Dejar de fumar del todo

Si una persona decide hacerlo por su cuenta, lo mejor es fijarse un día D a partir del cual no se vuelva a fumar; si opta por ponerse en manos de profesionales y le pautan una medicación, debe seguir la pauta de cesación progresiva

8- Concentrarse en no fumar hoy

La batalla se gana día a día, paso a paso, concentrándose en el momento presente. Practicar una actividad física regular, rodearse de buena compañía y hacer todo aquello que aporte energía ayudarán a que el proceso no sea tan duro.

9- Reducir el consumo de bebidas poco saludables

El consumo de tabaco se asocia con frecuencia con el de bebidas como el alcohol o el café, por lo que será muy beneficioso intentar evitar esas sustancias.

10- Cuidar la alimentación

Evitar comer alimentos ultraprocesados y esmerarse en beber abundante agua hará a la persona sentirse mejor y con más energía.

"Los primeros días van a ser los más duros y el deseo de encender un cigarrillo estará muy presente. Prepárate para ello. Recuerda que la necesidad irrefrenable de fumar solo dura un espacio de tiempo limitado: déjalo pasar sin caer en la tentación y, luego, te sentirás mejor", añade Mar Santamaria.

Es importante ser conscientes de que, conforme avance el proceso, los momentos desagradables disminuirán y aumentará la satisfacción; rodearse mientras tanto de mensajes y de personas positivas ayudará a seguir adelante con determinación.