El BNG aprecia “buena voluntad” en Pedro Sánchez para cerrar un acuerdo que permita a los nacionalistas apoyar su investidura, pero no da por hecho su voto y se remite a la negociación de los equipos designados por ambas partes a partir de la próxima semana para poder constatar si esa buena disposición se traduce o no en un pacto. Su diputado en el Congreso, Néstor Rego, destacó que el BNG afronta este proceso con la “agenda galega” en particular y también con una “agenda social avanzada” para el conjunto del Estado.

El dirigente gallego insistió en que lo que se acuerde debe ser “claro” y estar calendarizado. Aunque señalan que solo están hablando de un pacto de investidura y no de legislatura, sí se muestran abiertos a negociar después los Presupuestos Generales que den respaldo económico a los compromisos que se puedan cerrar. Por lo pronto, el portavoz reclamó un “nuevo modelo de financiación justo y un mayor nivel de inversiones” que permita “recuperar el déficit histórico que padece Galiza”, fundamentalmente en materia de infraestructuras y servicios ferroviarios, con especial atención a los Cercanías en zonas urbanas. También aludió a las políticas medioambientales para la regeneración de las rías, a la necesidad de avanzar en una “transición justa” tras el cierre de las dos centrales térmicas de la comunidad y la puesta en marcha de nuevos juzgados de violencia de género.

Pero, encabezando los anhelos, se halla la transferencia de las competencias contempladas en el Estatuto gallego para, a “partir de ahí, continuar avanzando” hacia un “nuevo estatus” que les “reconozca como nación y blinde” sus competencias. “Sabemos que esta va a ser una legislatura en la que la cuestión territorial va a estar sobre la mesa”, aseveró Rego, desde cuyo entorno añadieron que la amnistía a los condenados del procés formó parte de la conversación entre ambos, así como de la oficialidad de la lengua gallega en las instituciones europeas.