El aniversario de la guerra en Ucrania sirvió ayer al PSOE para cargar contra la actitud obstruccionista de Unidas Podemos en diversos temas, incluido el envío de herramientas militares, y utilizando una especie de símil. “Somos un partido que siempre ha impulsado la paz, así que si es cierto que ellos han dicho que somos el partido de la guerra, probablemente sea porque ya están calentando la banda para las elecciones y quieren diferenciarse en una materia que todos saben que es mentira”, indicó la vicesecretaria general de los socialistas y titular de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. “Evidentemente no se corresponde con la realidad y quiero encauzarlo dentro del marco del proceso electoral que se avecina”, recalcó la ministra.

La líder de Podemos y ministra de Derechos Humanos, Ione Belarra, se había preguntado paralelamente si el siguiente paso en la guerra de Ucrania “será mandar a soldados españoles al conflicto”, después de que Pedro Sánchez confirmara que se enviarán 10 carros de combate tipo Leopard al país y haya considerado legítima la petición de cazas de combate que le planteó su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski. La formación morada volvió a demandar al PSOE que reflexione sobre el envío de armas porque, a su juicio, contribuir a la escalada bélica es un “error” y propuso, como alternativa, que el Ejecutivo emplee su liderazgo internacional para avanzar en una resolución pacífica.

Nuevo choque

En este contexto, los choques entre los socios de Gobierno no cesan. Con la reforma de la ley del solo sí es sí aún en el alero, ayer se produjo una nueva disputa, esta vez a cuenta de la Ley de Sanidad Universal. Representantes del PSOE, el Ministerio de Sanidad y Unidas Podemos se reunieron esta semana para tratar de acercar posturas pero los morados subrayan que no aprobarán nada hasta que no se garantice el fin de las privatizaciones sanitarias. Así, trasladaron el rechazo del grupo a las dos opciones a su juicio “claramente insuficientes” que se habían barajado a lo largo de la negociación por parte del PSOE.

La primera de ellas fue derogar “formalmente” la ley del Gobierno de José María Aznar de 1997 que abría la puerta a la privatización pero a cambio de dejarla intacta en la realidad porque permite expresamente los mecanismos de privatización que en ella figuran. Según la versión de Podemos, los socialistas también propusieron eliminar de la ley toda referencia a la desprivatización de la sanidad, algo que Unidas Podemos considera inaceptable porque están ante “la última oportunidad de la legislatura de avanzar” en esta materia.