Sandor Martín oficio su magisterio de boxeo en un Bilbao que no falló. Ambientazo en el coliseo de Miribilla. La afición ucraniana se hizo notar con gritos de ‘Yanis-Yanis’ cuando su campeón caminó hacia el ring. Muy alto para el peso superligero, fibroso y con el entrecejo fruncido, Kurylenko (14-1) saludó desde la esquina azul. Y con la primera campana se fue hacia el calzón rojo de Sandor Martín (42-4) olvidando la sofisticada escuela de su país. Se echó encima del número 3 del Consejo Mundial de Boxeo. Desdeñó su propia ventaja de envergadura. Nunca quiso controlar a Martín con el alcance de sus rectos. Quiso agobiar a Sandor con su propio cuerpo y martirizarlo con golpes cortos.

¿Incomprensible? No. La esquina de Kurylenko debió considerar que el crack de la ciudad condal era mucho más rápido que su pupilo y optó por tratar de neutralizar esa capacidad de acelerarlo todo. Eso tuvo dos consecuencias. Por una parte, hizo brillar el talento defensivo de Sandor Martín. Y por otra, logró que el salario del árbitro del choque, Jon Llona, se quedara corto. El juez tuvo trabajo a destajo. Agarrones, golpes detrás de la cabeza y empujones trufaron el pleito. Sudó Kurylenko. Sudó Martín. Y sudó Llona.

Sandor Martín demostró por qué es uno de los mejores superligeros del mundo. BUBUJMM

Ante este escenario, el del KO Verdún abrió ese catálogo del noble arte que conoce a la perfección. Fintas de cintura y paso lateral complementado con un crochet a la salida. Preciso. Quirúrgico. Con un dominio de los tiempos y el espacio propio de una cátedra de física. Si Kurylenko conquistaba el tiempo, Sandor ya no ocupaba ese espacio. Cuando el ucraniano parecía estar en el espacio adecuado, Martín lo dejaba en el pasado, solo unas décimas, pero más que suficiente. Las piernas del catalán pertenecen a otra categoría. Y su velocidad de manos forma parte de la liga de los mejores. Una última serie, justo en el segundo postrero del octavo asalto que abrió la ceja de Kurylenko, fue buen ejemplo de esa celeridad.

Clara victoria por decisión unánime que deja al pupilo de Rafa Martín rozando con los guantes las citas mundialistas de 2026. Los organismos, las grandes promotoras y los vaivenes de la fortuna tienen ahora la palabra.

Dinamita Sánchez, Urrutia y Tejada

Antes, en un Bilbao Arena repleto y vibrante, Sergio ‘Dinamita’ Sánchez, el gasteiztarra incombustible y ya leyenda del K1 continental, y el portugués Vinicius Beretta ofrecieron un gran espectáculo. Se trataba de la revancha de un pleito mundialista de hace unos años. En aquella ocasión el de Elite Sport se ciñó el cinturón. Beretta quisó demostrar que aquél fue un mal día. Ganó un primer asalto en el que Sánchez no pudo pararle. Pero en el segundo y tercer capítulo, ‘Dinamita’ fue a más y se impuso administrando el pateo justo y desarrollando su gran boxeo. Ambos peleadores dejaron claro por qué ocupan lugares de privilegio en el escalafón mundial con espectaculares acciones técnicas que levantaron los ‘Ohooo’ de admiración del público.

Dinamita Sánchez y Vinicius Bereta ofrecieron un combatazo de K1 BUBUJMM

El combate de boxeo en el peso superligero entre el mungiarra Rikar Urrutia (11-2) y el dominicano afincado en Segovia, Elianel Guerrero (10-1), programado a 8 asaltos, se resolvió en un solo capítulo. Urrutia, con un extraordinario aspecto y muy motivado, salió a presionar al bracilargo Guerrero. Mediado el round, el visitante cazó con una derecha a Urrutia, párpado y ceja acusaron el golpe. Pero el local siguió al frente. Elianel, con fama de pegador, castigó de nuevo a un Urrutia que buscó refugio en una esquina neutral. El domincano se le fue encima como una tormenta de cuero. El porcentaje de posibilidades de lesión iba subiendo a cada segundo, por lo que el árbitro se interpuso para decretar el KO Técnico. El bravísimo Urrutia protestó. Y parte de la parroquia. 

El pleito previo, entre dos pesos wélter con récords poderosos y más de un 60% de KO en los puños de cada cual, llegó a la decisión tras la campana del octavo asalto. El barcelonés Ethan Jiménez (10-0), que había debutado en La Casilla hace dos años y al que una lesión del rival le impidió pugnar por el campeonato de España en noviembre, se las veía con el venezolano afincado en Valencia y excampeón WBA Fedelatin de la división, Jonathan Hernández (15-1). Tras un primer asalto muy tenso y de estudio del rival, el dúo se convirtió en una espectacular pareja de baile durante todo el combate. Intercambiaron cada una de las combinaciones del libro del noble arte en la media y larga distancia. Fueron precisos. Hábiles. Poderosos. Y mostraron una capacidad de encaje superlativa. Manos adelante y ni un solo paso atrás. Ganó Jiménez por decisión unánime. Y Hernández se ganó el respeto de la parroquia.

El boxeo congregó rostros conocidos y llenó las gradas del Bilbao Arena. José Mari Martínez

El wélter abusutarra Erlantz Tejada (3-0), jaleado hasta la extenuación por su incansable fanaticada, superó su primer examen de madurez a sus 22 años, al ganar a los puntos en cuatro capítulos al batallador alicantino Raúl D’Alesandro (4-1-1). El pupilo de Xabi Pereda y Siharhei Kanstantsninau atacó con intensidad desde el  inicio, acorraló a D’Alesandro y castigó a un levantino que siempre respondió con peligro. Tejada superó un serio fielato a los seis meses de su debut profesional y afronta un 2026 prometedor.

En el primer cruce de boxeo profesional se vieron el catalán Alex Privat (1-0) y el británico Luke Grainger (0-6) a cuatro asaltos en el que el primero salió brazo en alto. En los choques de K1 profesional, Luis Vaca ganó al gallego Pelayo Ventoso; el durangarra Aitor Romero a Mihai Florin; y Gabriel Jaty a Aitor Andreu en combate de gran rivalidad.

Los enfrentamientos de boxeo amateur y neoprofesional que precedieron el programa profesional resultaron igualados, entretenidos y muy jaleados por las aficiones de los púgiles.

Colgó los guantes Pedro Mari Goikoetxea

Se dió la circunstancia que   el evento, retransmitido por DAZN y ETB, fue el de despedida del  comentarista y presentador, Pedro Mari Goikoetxea. El periodista de Lezama, gran aficionado al noble arte, alma mater del programa Boxeo Izarrak, que ha mantenido viva la afición al boxeo en Euskal Herria emitiendo pugilismo en abierto semanalmente durante cuatro décadas, cuelga los guantes y el micrófono. 

Instantánea de la que puede ser la última entrevista de Pedro Mari Goikoetxea durante una velada de boxeo. BUBUJMM

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Rostros conocidos

El boxeo no sólo congregó a la enorme afición al noble arte que caracteriza a Bilbao y Euskadi, en parte debido al citado Goikoetxea. También se acercaron al ring rostros conocidos de la sociedad bilbaína. Se dejaron ver la presidenta del Bilbao Basket, Isabel Iturbe; el del Athletic Club, Jon Uriarte; la eurodiputada Oihane Agirregoitia; los exfutbolistas rojiblancos Julio y Patxi Salinas; el concejal Alvaro Pérez; la escritora María Eugenia Salaverri con el cineasta Javier Rebollo; el modista Javier Barroeta; la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Susana Alaguero, con el empresario Xabier Olmo, practicante del pugilismo; la presidenta de Deusto Bizirik, Julia Diéguez; el gerente de Bilbao Centro, Jorge Aio; o nuestro compañero Jon Mujika, aficionado desde la cuna.