camilo Santiago (Molina de Segura, 1982) es un hombre valiente. No es de achantarse ante los retos y cuando le propusieron hacer su primera media maratón, aceptó sin pensárselo demasiado. Y eso que ni tenía unas zapatillas adecuadas para correr. Este murciano afincado desde hace años en La Rioja es un atleta de explosión tardía. Lo suyo era el fútbol, pero entonces el gusanillo de las carreras le picó y fue un no parar. En cuatro años aquel corredor que acudía a las carreras dispuesto a enfrentarse a un nuevo reto en su vida, se ha convertido en uno de los nombres del panorama estatal, mejorando sin parar sus marcas y acabando séptimo en los campeonatos de España de maratón y media maratón. El próximo objetivo del riojano será el EDP Bilbao Night Marathon. Por tercer año consecutivo volverá a correr el medio maratón y con un segundo y un primer puesto ya en su palmarés, es uno de los principales candidatos a la victoria.
La prueba bilbaina es una carrera que atrae a los atletas. Si ya es extraño correr de noche, hacerlo por los puntos más emblemáticos de la ciudad suele ser un lujo que muchas veces no pueden disfrutar. “Al ser una prueba nocturna, el ambiente es muy bueno. Además transcurre por los sitios más emblemáticos de Bilbao y eso ayuda a que haya más gente, porque a veces vamos a carreras de capital y nos desvían por el extrarradio. La salida en el Guggenheim, como los pasos por la ría y otros puntos, es espectacular”, reconoce Santiago, que no solo acude al EDP Bilbao Night Marathon para intentar llevarse la victoria: “Es una prueba que me encanta hacer. Aparte de intentar ganar, me lo paso en grande con la familia y siendo sábado aprovecho más el fin de semana con ellos”.
Santiago es uno de los atletas a tener en cuenta en la actualidad, sin embargo, hace cinco años ni siquiera sabía lo que era participar en una carrera popular. “Me dejaron un dorsal que había quedado libre para correr el medio maratón de Donostia y me planté allí entrenando apenas un par de semanas. Me encantó el ambiente y algo que me ayudó a engancharme fue que yo no me creía capaz de hacer 21 kilómetros seguidos, porque cuando jugaba al fútbol era el típico jugador técnico que no corre mucho, y conseguirlo me llenó tanto por dentro que me entraron ganas de repetir”. Al poco tiempo, los buenos resultados empezaron a llegar hasta llegar a una última temporada en la que “todo me ha salido a pedir de boca”.
Esta progresión le llevó a Santiago a tener que tomar una dirección en su vida. Centrarse en la competición o en el trabajo. Apostar de verdad por un sueño o seguir viviendo en un hábitat de confort sin poder optar a más. Llegar a todo era imposible y por eso decidió dejar de lado su trabajo de comercial y apostar definitivamente por el atletismo. “Mi evolución ha ido a más y cada vez el deporte me pedía más dedicación. Entre trabajo, familia y deporte, algo tenía que dejar. Siendo la familia intocable, decidí dar el paso de hacerme profesional”, cuenta Santiago. Esta decisión ha supuesto un alivio para el corredor, que por fin puede dedicarse exclusivamente a su pasión, sin embargo, no fue un paso fácil de dar: “Me ha quitado muchas horas de sueño porque detrás de mí hay una niña y una familia. No sabía si estaba siendo egoísta porque tenía mi trabajo, en el que llevaba muchos años y estaba cómodo, y no tenía necesidad de arriesgarlo todo. Hablé con mi entorno y decidimos que era el momento de hacerlo”.
Así, el riojano arranca este curso su primera temporada como profesional y espera que este sacrificio realizado dé sus frutos y pueda, por lo menos, repetir lo logrado el año pasado para poder acercarse a una de sus grandes metas: “Mi sueño era ser profesional y ya lo estoy cumpliendo. Ahora me gustaría ser internacional, sé que no es algo muy grande, pero también hay que ser realistas”. Todavía está lejos de llegar a ello, pero en menos de cinco años Santiago ha hecho lo impensable y no tiene intención de dejar de mejorar y sorprender a todo el mundo.