El pasado miércoles conocimos la sanción de la UEFA tras el lanzamiento de bengalas en el partido europeo ante la Roma. El castigo llega al Athletic y el club se encarga de gestionarlo. Por un lado, la multa, nada más y nada menos que de 30.000 euros, y, por otro, la prohibición de vender entradas para el próximo partido, aunque esto último queda en suspenso. Si pasa algo similar en los próximos dos años, entonces sí que se haría efectiva dicha sanción. Por lo menos, los aficionados que ya habían comprado su viaje a Bulgaria respiran aliviados. Muchos de ellos temían lo peor y estaban pendientes de la resolución ya conocida.

Desde el Athletic, inmediatamente nos comunicaron que habían identificado a varios de los supuestos aficionados que habían cometido la infracción y que obraría en consecuencia. Días atrás ya se dejó claro cuál iba a ser el proceder y lo que les podía suponer a los implicados. En estos asuntos hay que dudar poco y ser muy contundentes. Tolerancia cero ante actitudes que comprometan el buen nombre de la institución y de su maravillosa afición. El Athletic ha demostrado en infinidad de ocasiones y en desplazamientos masivos que es un club ejemplar y que un reducido grupo no puede ni debe ensuciar su imagen.

En este caso debemos ir todos a una. El que la hace la paga, el club no debe asumir nada de lo que no sea responsable

Es precisamente en estos momentos donde hay que estar a la altura de las circunstancias y apoyar cualquier decisión por dura que parezca. Los socios debemos respaldar a la Junta Directiva. Tomar decisiones siempre genera diferentes opiniones, en este caso debemos ir todos a una. El que la hace la paga, el club no debe asumir nada de lo que no sea responsable. La irresponsabilidad de unos pocos es cosa de ellos. Tristemente, el ser humano solo reacciona cuando le tocan el bolsillo o sufre en sus propias carnes las consecuencias de sus actos.

Athleticzales en Europa

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Dicho esto, espero y deseo que no volvamos a vivir situaciones como las de Roma y nuestra vuelta a Europa se traduzca en maravillosas imágenes de nuestra afición disfrutando allá por donde vaya el Athletic. No me gusta lo que está sucediendo en el mundo futbolístico. Lo que antes era una fiesta ahora puede convertirse en un problemón. No puede ser que la gente vaya con miedo a los estadios en función de quién es el rival. Los clubes tienen trabajo por delante.

Hablando de afición, el otro día supimos que las localidades detrás de los banquillos estaban reservadas para una nueva experiencia VIP en San Mamés. Sin entrar en más detalles, está muy bien lo de conseguir más ingresos, pero hay límites que no hay que traspasar y en esta ocasión me parece que no es una decisión acertada. Los eslóganes que tanto gusta adjudicar en las redes a nuestro equipo hay que aplicarlos a la realidad de tu afición. Por algo somos Unique in the world.