El panorama se ha ido aclarando y los escasos datos que se manejan hablan de que tres de los jugadores que estaban pendientes de recibir el alta médica podrán estar a disposición de Ernesto Valverde este fin de semana. Se trataría de Yeray Álvarez, Nico Williams y Alex Padilla. Solo este último participó en el partido celebrado en Montilivi, que antecedió al parón provocado por los compromisos de las selecciones. Las posibilidades de que Oihan Sancet y Mikel Vesga lleguen a tiempo para recibir mañana sábado al Espanyol parecen desvanecerse, aunque acaso sea precipitado asegurar que finalmente sus nombres no figurarán en la convocatoria.
Sucede que a lo largo de la semana ninguno de los dos ha podido completar junto al resto de los compañeros una sesión de trabajo. Resta la de hoy, que por ser víspera de partido suele estar orientada al mantenimiento físico y a preparar cuestiones relativas al partido inmediato. Por ello, en principio y dado que se desconoce cuál es el estado real de ambos, cabe pensar que quedarán descartados. De confirmarse, su regreso se aplazaría al próximo jueves, cuando el Athletic afronta su tercera cita de la Europa League, en San Mamés ante el Slavia de Praga.
La baja de Vesga supone un contratiempo más llevadero. Al margen de que su presencia haya sido más esporádica o que el rendimiento ofrecido deba catalogarse de discreto, el entrenador cuenta con cuatro elementos para cubrir las dos posiciones del círculo central: Galarreta, Herrera, Jauregizar y Prados. Los más veteranos fueron los titulares en la visita al Girona, siendo reemplazados en el curso de la segunda mitad por los jóvenes.
Si hubiera que decantarse por una combinación, esta sería la formada por Galarreta, a quien Valverde considera básico pese a que le está costando coger el pulso a la competición, al lado de Prados, quien pagó el enorme esfuerzo desplegado en el Olímpico de Roma, se perdió los dos compromisos siguientes (Sevilla y AZ Alkmaar) y en su reaparición apenas sumó veinte minutos.
EL PICHICHI DEL EQUIPO
Más problemática se antoja la ausencia de Sancet. Cada vez que se pierde una cita sobrevuela una especie de incertidumbre en torno a la suerte del equipo. La producción ofensiva depende en gran medida de él. A su rol de catalizador del fútbol incisivo que propone el Athletic desde su ubicación entre líneas, agilizando las transiciones y nutriendo a los delanteros, añade el índice de acierto en el remate mostrado en el corto tramo de calendario consumido. Va camino de destrozar sus registros goleadores con cinco goles en su haber. Su cifra más alta corresponde a la campaña 2022-23, cuando alcanzó la decena.
Valverde acostumbra a colocar como enlace a Unai Gómez los días en que Sancet falta en la alineación, así como en las ocasiones en que decide suplirle sobre la marcha por la razón que sea, cansancio, problemas físicos o una aportación insuficiente. Este relevo se ha repetido ya en cinco encuentros y en una oportunidad, el orden fue inverso: en el campo del Leganés, Unai actuó de inicio y Sancet se incorporó a la hora de juego.
Con estos antecedentes, no extrañaría que Unai gozase mañana de su cuarta titularidad desde agosto. No obstante, Valverde barajaría otras soluciones que ha empleado de manera más esporádica, nunca de salida. La decisión dependerá del tipo de choque que espera a partir de las características del rival, sin obviar el momento que atraviesan hombres como Berenguer o Jauregizar.
Menos probable sería que Djaló entrase en la ecuación. Aunque se ha dicho por activa y por pasiva que reúne condiciones para desenvolverse en la totalidad de los puestos de ataque, en sus pocas apariciones se le ha asignado una banda, preferentemente la izquierda, o el rol de ariete, como recambio de Guruzeta.
Para aparcar dudas, siquiera, alguna de las que todavía persisten, solo queda aguardar a que, hoy al mediodía, Valverde arroje luz en su comparecencia ante la prensa o, en su defecto, a que el club comunique un rato más tarde la relación de jugadores que conformarán la lista oficial.
Con o sin Sancet, sí parece asegurado el concurso de Nico Williams, una baza relevante para tratar de resarcirse de la estrambótica derrota sufrida frente al Girona. Agirrezabala, Nuñez y Yuri se perfilan asimismo como variantes respecto al último once.