EL idioma del fútbol es universal, bueno, eso se decía. Los entrenadores y futbolistas manejan un lenguaje que hace posible que todos se comuniquen casi sin mediar palabra. De hecho, no aquí, pero en los equipos con extranjeros la adaptación en lo que al juego se refiere, depende más de la calidad del jugador que de entienda las consignas. También es verdad que en los últimos tiempos las academias, escuelas y el negocio del deporte del balón ha cambiado hasta en esto. La literatura ha entrado en escena y ya no hace falta ser argentino para parecer un literato del fútbol. Son los nuevos tiempos.

Los que ya vamos entrando en edad asistimos atónitos a esta nueva forma de entender, explicar y trasladar este al que llaman fútbol de hoy en día. Horas y más horas de vídeos, análisis pormenorizados de propios y ajenos, charlas interminables en las casetas y PowerPoint preciosos con flechas para arriba y para abajo. Está claro que ahora ser entrenador no es dirigir a un grupo y dotarle de conceptos técnico-tácticos, ahora es mucho más. No sé si mejor o peor. Es evidente que hay que estar más preparado en todos los sentidos, hay que estudiar más. El problema es que ya no queda nada para la improvisación. Los futbolistas ya no piensan, no se les permite. El campo es dividido como un tablero de ajedrez y a cada uno se le asigna su espacio. Todo lo demás está en el guión personalizado de partido entregado a cada jugador por los entrenadores.

Es habitual encontrar a periodistas que más que eso parecen entrenadores. Analizan con pizarra y en tres dimensiones las acciones de partido y nos intentan convencer de que este deporte es mucho más complicado de lo que parece. No soy ningún negacionista de los nuevos tiempos, pero de una cosa a otra hay un término medio. Ni lo de antes era lo mejor, ni lo de ahora es la repera. Más que nada, porque al final son once contra once, mejor o peor preparados, pero eso, dos equipos y un árbitro.

Traductores para el fútbol

En Lezama corren nuevos tiempos, la globalización ha llegado a la factoría rojiblanca, eso dicen. La Fan Zone, que ahora todo lo aplaude, habla de currículum por encima de todo y lo que sorprende es que por la pinta nadie los ha debido leer. Si tener experiencia top es haber estado en Catar, apaga y vámonos. Llevan 18 años con una escuela que tiene el dinero por castigo y no han sacado ni un solo jugador relevante. Su selección, nacionalizando futbolistas, está fuera de su Copa del Mundo. Espero y deseo que allí donde casi siempre todos los protagonistas se han entendido a la perfección no entre este virus del panenkismo que inunda algunos foros.

Por si alguno no entendió el artículo sobre los entrenadores del Bilbao Athletic de esta misma semana, solo quiero decir una cosa, no estoy para nada en contra de Álex Pallarés. Su suerte será la nuestra. De ahí a que me quieran hacer comulgar con ruedas de molino va un mundo. Hay entrenadores aquí muchísimo más preparados y con más currículum pero está claro que hay uno que elige, y no soy precisamente yo. Sergio Navarro ha optado por alguien al que conoce y valora. Él manda y nosotros desde este momento a observar y apoyar. l