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Erredakziotik

J.L. Hurtado

Al oeste del río Jordán

No se establecerá un Estado palestino al oeste del río Jordán”. Son palabras textuales de un Benjamín Netanyahu al que el encadenamiento de (inhumanos) éxitos militares en la Franja de Gaza le está llevando a la derrota política... y de imagen. Igual es mucho decir, pero el reconocimiento de Palestina por parte de países del peso de Francia, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal está alterando el pulso nervioso de los sionistas que rigen Israel. Muy interesante me parece el giro político británico. Hay que revisar los libros de Historia para recordar el papel de los ingleses en esta trama. Es en la Declaración Balfour de 1917 en la que el Reino Unido expresó públicamente su apoyo a la creación de un “hogar nacional” para el pueblo judío en la región de Palestina, lo que llevó a la instauración del Estado de Israel en el ya lejano año de 1948. Mucha sangre derramada en esas tres décadas. Y mucha sangre derramada en Palestina en los últimos años. Conviene insistir en que Hamás no es Palestina. Y conviene insistir también en que la creación de un Estado palestino es de justicia. La tremenda violencia que Israel está ejerciendo en la Franja de Gaza, con cifras de fallecidos que ofenden a cualquier espíritu con un mínimo de humanidad, va a tener retorno en un futuro no muy lejano. Esta semana se hablará sobre este asunto en Nueva York. Palestina se ha convertido en una crisis de interés mundial con cada vez más partidarios de la existencia de los dos Estados. El Jordán tiene que dejar de llevar sangre.