EL científico Guy Mcferson lanzó el desafío: si crees que la economía es más importante que el medio ambiente, dijo, intenta aguantar la respiración mientras cuentas tu dinero. La misma ciencia que estudió Guy nos enseño que en la naturaleza no hay recompensas ni castigos, sino consecuencias. Con esas dos ideas barajadas en el mazo de naipes cobra todo el sentido del mundo el proyecto protagonista de hoy: Hostelería por el clima y su implantación en Bizkaia. El sector de la hostelería llega a casi todos los rincones de la sociedad. Esto hace que los numerosos establecimientos del sector (bares, cafés y restaurantes) sean importantes catalizadores del cambio tecnológico y cultural necesario para construir una economía climáticamente neutra y resiliente. Bares y restaurantes, por tanto, puede erigirse como abanderados del medio ambiente.
Es bien sabido que bares y restaurantes no son frutos de la naturaleza sino creaciones del ser humano. Lo necesario es tomar ese mundo artificial con naturalidad, ese es el consejo. La Declaración de Sharm El Sheikh, presentada en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (conocida como COP27) celebrada en Egipto en noviembre de 2023, invita al sector hostelero de todo el mundo a sumarse a la lucha contra el cambio climático y apostar por el objetivo de conseguir emisiones netas cero antes de 2050. Es todo un reto, ya lo sé. Y es todo un orgullo ver cómo 436 establecimientos de nuestra tierra se han sumado a la campaña. Se trata de un ejemplo de sensibilidad y una serie de acciones cargadas con la pólvora del sentido común. No es fácil conseguir que germine la idea de defensa del medio ambiente porque no llena la caja registradora, se ha llegado a decir. Como ven, el problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.