Un total de 7.290 medidas contra el cambio climático son las que ha identificado la iniciativa Hostelería por el clima en los bares y restaurantes de Bizkaia. El sector está comprometido con el cuidado al planeta y concienciado de que su papel es crucial para cambiar conciencias. Así lo demuestran los datos de la iniciativa, que indican que un total de 436 establecimientos se han adherido a ella, posicionándose así como uno de los territorios más implicados en la lucha contra el cambio climático. Estrategias centradas en el retorno y el reciclaje de vidrio, la instalación de luminaria led o trabajar con proveedores locales son algunas de las medidas estrella que ya son parte del ADN de los bares y restaurantes de Bizkaia.

Natalia Jara muestra cómo recicla en su restaurante Code, ubicado en Bilbao. Andrea Valle

El restaurante Code, de Natalia Jara, y el Fangaloka, de Pablo Holguero, son dos de los más de 400 locales hoteleros que se han adherido a la iniciativa Hostelería por el clima, desarrollada por Coca-Cola y Fundación Ecológica y Desarrollo (Ecodes) en colaboración con la Asociación de Hostelería de Bizkaia. Aunque ha sido ahora cuando sus acciones se han visto reflejadas a través de un programa, llevan años implicados en el cuidado del medio ambiente.

“El cambio climático está aquí y cada año lo notamos más. Los inviernos no son tan fríos, los veranos son mucho más calurosos, así que trabajar por tratar de cambiar eso o, por lo menos, reducirlo, es algo esencial”, indica Natalia, que asegura llevar concienciada con ello desde que tiene uso de razón. “Recuerdo un trabajo sobre una isla de plástico que se encuentra en el Pacífico y que por su tamaño está considerada como el séptimo continente, aquello me dejó helada”, relata. Por ello, en casa siempre ha cuidado mucho la gestión de residuos y no dudó en hacer lo mismo en su negocio. Aunque reconoce que al principio no fue sencillo, porque los medios de los que disponía hace años no son los mismos que los de ahora. “Antes no había para comprar pajitas de cartón, ni manteles hechos con materiales reciclados”, recuerda. “En los últimos años creo que se ha mejorado mucho en eso, en ofrecer opciones que nos alejen del plástico y cada vez se buzonea más información con cómo se tiene que reciclar, algo que bajo mi punto de vista es muy importante, porque hay gente que quiere reciclar y no sabe muy bien cómo separar las cosas”, reconoce.

Y si hay algo de lo que sabe Natalia es de reciclaje y de separación de residuos, ya que en Code lo llevan a rajatabla. Y aunque son catorce personas las que trabajan en el restaurante lo hacen en equipo, porque “todos están concienciados de la misma manera de la importancia que tiene hacerlo bien”. “Todo lo que tiene que ver con pedidos tanto en cocina, como en barra o en sala lo gestiono yo, así que esa parte la tengo controlada. En el tema de las basuras tenemos varios cubos y cajas para tirar el vidrio y el cartón que las tenemos siempre preparadas cerca de la puerta para cada vez que salimos tirarlas a su contenedor correspondiente”, explica. “Al principio puede parecer difícil porque son muchas cosas, pero realmente es empezar y ya te sale automático”, matiza. Además de la basura, en Code han instalado casi el 100% de las luces de led y cuando ponen la calefacción lo hacen de manera consciente. “Son pequeños detalles que al final cuentan, y aunque en un principio suponga invertir un poquito más de dinero, a largo plazo se nota el ahorro, tanto personalmente como lo que estamos ahorrándole al planeta”, matiza.

En Fangaloka, además de la gestión de basuras, el reciclaje y la instalación de luces led, han querido dar un paso más allá generando un sistema de economía circular propio y utilizando varios productos de su propia huerta. Sin embargo, estas acciones llevan en Fangaloka ya varios años, mucho antes de que Hostelería por el clima se cruzase en su camino. “Cuando empezamos con esta iniciativa nos dimos cuenta de que había gran parte de las acciones que se pedían por parte de Hostelería por el clima que nosotros ya estábamos cumpliendo”, explica Pablo Holguero. Reconoce que no lo estaban comunicando hacia el exterior porque “era algo que iba intrínseco en los propios valores de Fangaloka”. “Vivimos del entorno, somos gente de playa y desde hace muchos años nos preocupamos de cuidar en entorno; es algo que llevamos dentro”, indica.

Uno de los puntos fuertes del local es que cuentan con un proyecto “muy potente” de economía circular, con el que están consiguiendo diseñar y fabricar productos a base de los vertidos generados por la propia actividad de Fangaloka en el ejercicio anterior. “El año pasado recogimos una serie de plásticos que, a día de hoy, los estamos convirtiendo en bandejas para desarrollar a lo largo de este verano. Es un reto muy chulo”, explica Pablo, que confía en tener en un futuro el apoyo de entidades y administraciones para que su proyecto pueda ir a otra velocidad “con la visión y el objetivo de que sea algo escalable”. “Nosotros no lo hacemos por Fangaloka, sino porque consideramos que la hostelería tiene una misión muy importante y es actuar como transmisor de estos valores a la ciudadanía”, reconoce. “Es uno de los sectores en los que más comparte la ciudadanía y lo bonito del proyecto es que la gente pueda ver y entender que hay productos que pueden tener una segunda vida y que es algo que se puede trasladar a las casas”, relata esperanzado.

La iniciativa Hostelería por el clima ha conseguido desde su puesta en marcha que más de 7.700 establecimientos en todo el Estado se hayan adherido para luchar contra el cambio climático. Ane Epalza, Gerente de Comunicación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia, afirma que “por responsabilidad, por impacto y por capacidad de acción, las compañías tenemos un papel esencial en la lucha contra el cambio climático. Con el impulso de esta plataforma, dirigida al sector hostelero, nuestro reto es conseguir sumar fuerzas en esta lucha a través de alianzas, como establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 de Naciones Unidas y que es fundamental en este proyecto”. De esta manera, hosteleros como Natalia y Pablo, y locales como el CODE y el Fangaloka, son un elemento decisivo para avanzar en el reto de la lucha contra el cambio climático impulsando la descarbonización del sector.  

Locales

436

Un total de 436 establecimientos hosteleros de un total de 40 municipios de Bizkaia se han unido a la iniciativa ‘Hostelería por el clima’.


En breve

Code. Realizan una labor muy concienzuda sobre el reciclaje, algo que Natalia Jara, responsable del local, trata de transmitir a sus catorce empleados. De esta manera consiguen separar los desperdicios de forma natural.

Fangaloka. En este local hostelero ubicado en la costa vizcaina llevan conviviendo con el cuidado del medio ambiente desde que abrieron. Por ello, cumplir con las propuestas de ‘Hostelería por el clima’ les ha resultado relativamente sencillo.