LA evolución del mundo analógico al digital ha traído consigo una nueva forma de delincuencia: el cibercrimen. Dentro de los ciberdelitos, el que mayor auge está experimentando es el de la suplantación de identidad, es decir, hacerse pasar por quien no se es. Y es que, con una identidad robada, se puede, por ejemplo, abrir una cuenta bancaria o pedir un préstamo en nombre de otro. Y esto se debe a que los nuevos modelos de negocio siguen basándose en sistemas de identificación del pasado que, no sólo causan importantes ineficiencias y aumento de costes, sino preocupantes brechas de seguridad. Y es en este contexto, donde nace Araua RegTech. Su principal promotora, Cristina Abrisketa, ve en los últimos avances tecnológicos grandes aliados para diseñar y construir un sistema de identificación que, basado en las últimas técnicas biométricas y el reconocimiento facial, garantice que la persona que está al otro lado del dispositivo es, verdaderamente, quien dice ser. Un proyecto con tres ejes principales: ciberseguridad, regulación y tecnología y que ha sido recientemente seleccionado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) para incorporarse a su programa de incubación. Si bien el ámbito de aplicación es muy amplio, su foco inicial estará en la mejora de los controles de menores, especialmente, en plataformas de juego y casas de apuestas on line, así como en el sector financiero y asegurador, donde el equipo promotor cuenta con una dilatada experiencia.