Ochenta y cinco votos tienen la culpa. Bueno, eso y que el anterior presidente del Athletic llenó a partes iguales la caja del equipo rojiblanco como de división a la masa social. Estaba claro que la primera asamblea iba a ser tal cual se mostró. Una de moros y cristianos. No voy a encasillar a unos y otros. La masa social del Athletic vive dividida para tristeza de unos y alegría de otros. Llamadas a votar “no” al presupuesto de esta campaña en WhatsApp y cuentas anónimas de Twitter, aventuraban, precisamente, lo que sucedió. En la platea, casi al completo la junta directiva anterior con algún que otro ex-empleado, no recuerdo algo igual. No digo que no sea legítimo, Dios me libre, solo digo que no recuerdo nada igual, sorprendente. Es cierto que se hablaba de una parte de sus cuentas, pero si algo ha quedado claro siempre es que en ese campo lo han hecho muy bien.

La asamblea de compromisarios se ha quedado obsoleta. De momento son 939 socios compromisarios y en el Euskalduna hubo 600. Digo esto por aquello de que muchos se quedaron sin representación en la cita. Para otra vez quizá sea mejor no dar el carné por dar. El sistema es fallido. Los tiempos hacen que ahora tengamos tecnología suficiente para que estas votaciones puedan ser por socio y desde casa. Es momento de darle una vuelta y, por supuesto, no volver a vivir una asamblea de más de siete horas y media de alocuciones repetitivas de delfines y no delfines que en su día quisieron ser parte del club y no lo lograron o que buscan un minuto de gloria rajando de todo y de todos sin ton ni son. Vaya por delante que hubo también buenas intervenciones y con un criterio alto, pero los anteriores deslucen la puesta en escena de estos.

Ser garantista no se lleva y fruto de eso el secretario cometió un error que felizmente fue subsanado. Se aprobó el presupuesto por ocho votos de diferencia. Una vez pasó, el lío estaba montado y los viajes le iban a caer a San José por un lado y por otro. Si hubiese dado el visto bueno desde el principio, seguro que alguien hubiese negado la mayor. En el caso vivido, la rectificación también fue motivo de palo. Cuando el camino está lleno de obstáculos es lo que hay. Lo que tengo claro es que esto debe hacer reflexionar a la Junta. Más errores de estos, no. También debe ser motivo de análisis la chapuza de la aplicación Athleticket. No puede ser que la gente entre tarde o directamente no entre al campo. Si no vale, quítenla.

De fútbol no quiero hablar mucho, un tiempo muy bueno, otro no tanto. El Athletic necesita sentirse bien de nuevo, si no se va a volver a sufrir, y eso es lo que nadie quiere.