CLARO que había dudas de que este ámbito fuera el indicado para Iglesias Villanueva, dado que los dos equipos se jugaban algo en la pelea por entrar en Europa la próxima temporada. Sin embargo, la verdad es que la actuación del árbitro fue lo más destacado del partido, pues ninguno de los dos equipos que salieron al césped de Butarque demostró en el encuentro dónde están en la clasificación.

Iglesias Villanueva demostró que es un árbitro veterano y supo administrar bien las tarjetas. Calmó los ánimos de Rubén Pérez y Aritz Aduriz en la primera mitad, que se habían picado desde el principio de la contienda, y en el minuto 30 perdonó la tarjeta amarilla a nuestro delantero, que realizó una entrada por detrás con empujón incluido.

En el minuto 44, además, el colegiado gallego amonestó con buen criterio a Iñigo Córdoba, ya que realizó una entrada con los tacos por delante a un jugador del Levante. El centrocampista bilbaino debió encoger la pierna. Iglesias Villanueva acertó también en esa jugada.

Lo cierto es que fue un envite para olvidar, en el que no hubo nada de juego y solamente dos tiros a portería. Lo mejor fue el resultado para el Athletic, que sigue firme en la pelea por entrar en competición europea.