El famoso tractor de Aitor Esteban ha vuelto esta semana a pasearse por el Congreso de los Diputados. En 2016 el portavoz jeltzale le espetó al entonces candidato a la presidencia de España Mariano Rajoy “si me quieres Mariano, da menos leña y más grano” para advertir al PP de que la relación con el PNV debía ser diferente. Siete años después la rima ha sido para Alberto Núñez Feijóo: “Alberto tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox” de nuevo con la misma advertencia, que la relación con el PNV solo puede ser diferente, esta vez, si hay una ruptura total con la ultraderecha. Contestaba el líder popular que un tractor, ante la falta de aceite no se gripa, sino que se para. Mala respuesta. Incrementa la constatación de la dependencia del Partido Popular a las acciones de Vox, verdaderos detractores del sistema actual y la democracia. Y entre tractores y detractores Isabel Díaz Ayuso deja para la posteridad (que no haya repetición por favor) que le encanta a partes iguales la fruta y llamar hijo de puta a Sánchez. Lo admite sin ningún rubor. Es más, hasta hace gala de ello. Eso sí que es lubricante, del mejor. Y elaborado en casa. Siete años han pasado desde el primer tractor que llevó Esteban al Congreso y es evidente que la labranza es diferente. La elegancia dialéctica parlamentaria ha sucumbido al tono chabacano, poligonero y soez que, lamento reconocer, se compra sin rubor por la sociedad. Y se aplaude. Arrancamos una nueva legislatura con advertencias de una escalada verbal que ha sido trasladada a la calle y que se justifica por aquellos que hace siete años eran objetivos de la violencia. Si la presidenta madrileña insulta a Sánchez se convierte en natural que un diputado sea objeto de ataque, del que sea. Quizás sería bueno no olvidar aquello de que de lo que se siembra se recoge porque, a veces, quien siembra vientos recoge tempestades. Con el mejor de los tractores.