Nos lo han cambiado, no es el mismo. Menos mal que existe la hemeroteca. El pasado domingo, cuando Eduardo Berizzo entró en la sala de prensa y empezó a hablar, constaté que físicamente era el mismo, pero su discurso había cambiado. Hemos pasado del vamos al ataque y a pasarlo bien, a disfrutar de un punto bueno en guerra de trincheras. No me parece mal, solo que esto se dice desde el principio y ya está. Entre otras cosas, porque es la realidad de lo que tienes y lo que puedes hacer. Suena muy bonito lo otro, pero es obvio que el Athletic tiene que ser a veces pequeño en sus planteamientos. Aunque el técnico argentino reiteró su deseo de volver a la formula de origen.
El equipo no funciona, no carbura. Antes hablábamos de la dificultad con la pelota, pero ahora tenemos que hablar de los problemas para competir, disputar y asumir que en cada balón hay una batalla. En Ipurua la diferencia entre unos y otros en favor de los armeros fue sencillamente alarmante. Los rojiblancos firmaron su peor partido de la temporada. No es casualidad, todo apuntaba a ello. Los últimos registros no invitaban al optimismo. O Berizzo le da una vuelta de tuerca a esto o nos toca sufrir otra temporada más. Estamos empezando a estar un poco hartos de desear el mal ajeno y soñar con que habrá tres equipos peores. No es ser pesimista, es ser objetivo.
Es cierto que si se gana en Vallecas todos hablaremos de otra forma. Los resultados mandan y condicionan el análisis, pero el punto de Eibar fue un milagro. Haciendo lo del domingo, las posibilidades de no lograr nada aumentan exponencialmente. Urge un cambio en la mentalidad, en la manera de enfrentarse al rival y, sobre todo, tener un plan claro. Saber a lo que se juega. Berizzo tiene que definir el modo de juego y la elección de los jugadores. Como dije hace algún tiempo, vuelta a la casilla de salida. @monjeondavasca