Estimada Marijaia. Al recibo de la presente, espero que la Aste Nagusia haya transcurrido más por el camino de jaia, que por el de “Ay Mari, qué ha pasado”. Soy consciente de que una agenda llena de actos implica atenciones parciales, pero a buen seguro que las visitas al hospital de Santa Marina y al hospital universitario de Basurto le han reportado un cariño e interés especiales.
Como bien sabe, son dos grandes familias asistenciales que forman parte de la piel e historia de Bilbao y que siempre están al servicio de la vomunidad. Familias en crecimiento que merecen sus buenos keinu maitekorrak para seguir avanzando por el bien de todos.
Eskerrik asko por las visitas. Que no falte su sonrisa y su ánimo entre pacientes y profesionales nunca.
