Santa Marina ha sido una fiesta este martes. Marijaia se ha acercado por primera vez en la historia de Aste Nagusia a visitar el hospital de Osakidetza asentado en las faldas de Artxanda para regocijo de pacientes, familiares y personal sanitario. Un acto que se ha estrenado esta edición en el programa festivo de Bilboko Konpartsak y que ha sido posible gracias al empeño de Eduardo García, uno de los fundadores de la tradicional comparsa Irrintzi, el cual fue paciente del centro este año en el área de rehabilitación.

La reina de la fiesta ha sido recibida sobre las 10.30 de la mañana en el amplio patio de entrada del centro por los profesionales sanitarios del sanatorio además de por varias personas ingresadas que no quisieron perderse el acto. Marijaia llegó encabezando una comitiva compuesta por la banda de txistularis de Irrintzi además de comparseros y varios dantzaris del Elai Alai.

Desde las ventanas

La música del txistu y el tamboril junto al aurresku de honor y otras danzas animaron a los presentes a pie de calle pero también desde las ventanas de las distintas plantas del edificio central de Santa Marina donde se apostaban pacientes y sanitarios con una sonrisa en los labios.

"Ya era hora de que subiera Marijaia aquí, había que traer un pellizquito de la fiesta aquí" le ha comentado Eduardo, el promotor de la iniciativa a la directora gerente del centro, Itziar Larrea, y a Gotzone Sagardui, la consejera de Salud que no ha querido perderse la visita.

Marijaia visita el hospital de Santa Marina de Bilbao Borja Guerrero

Mientras tanto, a pocos metros, las instantáneas tomadas con móviles o cámaras de fotos eran constantes. Todo el mundo quería inmortalizarse con Marijaia y sus brazos en alto formándose cola incluso en varios momentos.

También posaron con la reina de la fiesta algunos pacientes como Amelia que en una gran silla con ruedas adaptada siguió todo el acto atenta. "Le está gustando mucho", ha asegurado su hija María incluso "a pesar de la demencia senil que padece".

Desde arriba, desde los ventanales del hall de la cuarta planta, Pilar observaba con una sonrisa el espectáculo sentada obligada en su silla de ruedas. "Estoy aquí desde el 15 de mayo en rehabilitación y tengo de momento hasta setiembre aunque luego puede que se prolongue", ha descrito mientras miraba a su pierna izquierda recogida con un arnés.

Tradición artística de Santa Marina

El jolgorio y la fiesta siguió un buen rato y hasta varias enfermeras se pusieron a bailar cogidas de la mano al son de la música de los txistus que se mantuvo de fondo. La gerente del hospital de Osakidetza mostró su entusiasmo por la jornada y ha recordado como "históricamente Santa Marina siempre ha sido visitado por muchos artistas". La razón es que desde que se constituyó como centro sanitario con 610 camas para el tratamiento de la tuberculosis los pacientes tenían que estar aislados por lo que siempre se ha contado con espectáculos diversos para hacer más llevadero el ingreso.

Itziar Larrea, tirando de memoria grabada en los anuarios del centro y recogida por el doctor Javier Garros, ha explicado como "aquí han actuado los payasos Hermanos Tonetti, Celia Gámez, Antonio Machín, Marisol o Mari Carmen y sus muñecos, además de multitud de eventos con música y dantzas vascas como las de hoy".

La visita de Marijaia a Santa Marina ha concluido en el salón de actos del sanatorio con una entrega de premios por parte de la comparsa Irrintzi a Salva, Borja o Madalen entre otros, empleados del centro "que representan a todos los grandes profesionales que trabajan aquí" ha asegurado el comparsero Eduardo García como buen conocedor de los tratamientos recibidos tras sufrir un ictus el pasado año. A su vez el centro sanitario ha entregado unos detalles a los comparseros por llevar Aste Nagusia a Santa Marina "algo que prometo y amenazo repetiremos el año que viene todavía con mucha más gente", concluyó Eduardo.