Carlos Iturgaiz regresa a la arena política. Siendo rivales, son curiosas las similitudes entre él y otro de los grandes de la política vasca, Patxi López; ambos sin apenas formación, sin apenas estudios (que en la página oficial del Congreso de los Diputados aparezca que López tiene estudios de ingeniería industrial es una broma, y el dinero del contribuyente destinado a sus clases de euskera debería ser considerado malversación de fondos públicos), sin experiencia laboral fuera de la política, incapaces de decir dos frases seguidas de forma coherente, ambos apartados por sus partidos de los debates públicos (¿alguien se los imagina hablando de sanidad, economía...?). El único mérito de estos dos es tener el carné de un partido, que ha hecho las funciones de agencia de colocación. Así nos va.