El cambio de día para la celebración del Consejo de Ministros y Ministras, de viernes a martes, ha traído cola en la oposición, no solo en el hemiciclo, sino entre la ciudadanía. Que si qué razón había, que si con ellos pretenden fines de semanas de tres (incluso cuatro) días, que menuda labor de ingeniería política, que parece que lord y lady Falcon quieren exprimir el aparato con viajecitos... Qué más dará que sea el martes que el viernes. Una cosa es hacer oposición razonada y otra hacer el ridículo.