Nº 448, roja, maestra nacional de Amorebieta, que anteponía la enseñanza separatista en la escuela a su cargo en la instrucción docente de los escolares, rozando el delirio su obsesión por la victoria de la República. Agravante de perversidad y trascendencia, Artículo 273. Muerte para Dilla. No fueron trece las rosas. Fueron muchas más. Perdieron sus flores pero sus raíces como su dignidad permanecen intactas en el tiempo y en la memoria colectiva. Para Saramago, el único valor que consideraba verdaderamente revolucionario es la bondad. Lo comparto. H. Hesse, humanista, proclamaba: “No reniego del patriotismo pero primero soy un ser humano y cuando ambas son incompatibles siempre le doy la razón al ser humano”. Recuerde, Ortega Smith, que ni las victorias ni las derrotas son definitivas. Eso da una esperanza a los derrotados y debería darles una lección de humildad a los victoriosos. La compasión vencerá al odio , la esperanza al olvido y la luz a la oscuridad. Recita Pablo Milanés: “Y en una hermosa plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes”.Perdimos la guerra pero conquistamos la libertad. Todo está perdonado. Frente al odio , Ética y pedagogía política.