Modelos
Por sus referentes les conoceréis. A estas alturas nadie, ni los más cafeteros, pueden negar que el borbónico campechano Juan Carlos I se fugó a Abu Dhabi cuando todos sus escándalos eran ya imposibles de tapar, y tras haber sacado del pueblo al que debía servir todo lo sacable. Nada, en fin, de lo que enorgullecerse. Pese a esto, no es que a estas alturas sorprenda la falta de vergüenza torera de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al afirmar que “en Madrid se le quiere mucho y se le echa mucho de menos”. Sorprende que a ella le sigan aplaudiendo hasta con las orejas, eso sí.
Aquí trincan todos
Díaz Ayuso vive en Arcadia, criticando lo que otros podrían criticarle a ella. Con la renuncia del hermano de Pedro Sánchez a su puesto en la Diputación de Badajoz, ha ironizado: “Alguien le podría decir ahora dónde está la oficina cuando vaya a despedirse” o “Si los compañeros le invitan a una caña de despedida tendrá una gran oportunidad para verles y conocerles en persona”. Claro, allá que ha salido Wyoming a sacudir: “La más indicada para hablar de familia que trinca”. Y mira, tan cierto es lo del novio de Ayuso…como que, en lo de David Sánchez, tiene razón en sacarle punta, porque es tan vergonzoso y obsceno que asusta.
Es una dictadura, imbécil
Dictaduras hay muchas. Sin ir más lejos, hasta hace prácticamente dos días, aquí en Euskadi nos impusieron una a base de plomo y goma 2. El problema de estas verdades incómodas es no hablar de ellas y permitir así que la ignorancia campe a sus anchas, al punto de que muchos de quienes no lo vivieron lo consideran algo incluso deseable. Cada vez más jóvenes se plantean que oye, una dictadura no está tan mal si atendemos al panorama político y los problemas económicos y sociales actuales. El actor Antonio Resines ha encontrado un término perfecto para definir a esa gente: imbécil. Y punto.
Una versión
El papelón del PP y toda la maquinaria al servicio de su ideología con la cuestión migratoria es digno de Oscar. O de Goya, ahora que se acaban de celebrar. Hablemos, una vez más, del reparto de Menores Extranjeros No Acompañados. Llevan meses hacinándose en Canarias y Ceuta. Ahora, se han fijado los criterios para un reparto extraordinario de 4.500 de ellos, y en The Objective titulan así: “El Gobierno cambia el reparto de menores inmigrantes para beneficiar al País Vasco y Cataluña”. El nuevo criterio fijado entre el Ejecutivo y Canarias -nos cuentan- deja prácticamente sin cuotas a las dos comunidades autónomas.
Y la otra (la buena)
Que la realidad no te estropee un buen titular y que la ideología no te impida mentir. El asterisco de eso que está soliviantando la derecha es que la nueva fórmula de reparto tendrá en cuenta el esfuerzo previo realizado por cada comunidad. No sólo ahora, sino en los últimos años. Y ése, amigo mío, es el quiz de la cuestión. Porque Euskadi y Catalunya llevan mucho tiempo acogiendo migrantes hasta llevar sus respectivos sistemas casi al límite, mientras otras comunidades gestionan cifras -con perdón- irrisorias y se benefician de ese buen hacer, dando lugar a un desequilibrio injusto. Pues ahora les toca apechugar.