LAS memorias que publican los políticos suelen tener muchos defectos -son versión de parte y la memoria es frágil- y una virtud: a veces se cuelan verdades. Mariano Rajoy está de promoción de su libro y hemos comprobado por qué no quiso dar garantías a Puigdemont de que no activaría el 155 si convocaba elecciones: lo iba a aplicar de todas formas. O sea, el president ahora exiliado hizo bien en no fiarse, aunque no es seguro que lo hiciera no llamando a las urnas y declarando la independencia. Y los demás hicieron muy bien echando a Rajoy. Que siga escribiendo.