QUE Pedro Sánchez hable ya de lo que hará (si continúa en el cargo, claro) en el caso de que haya otra crisis es, además de electoralismo, altamente significativo. E inquietante. Sobre todo, porque la solución que planteó ayer en Barakaldo es hacer “un reparto de la carga justo”. Debe ser esto de la nueva izquierda: repartir las penurias. Se podría esperar que hablase de planes antichoque, innovación, industria 4.0..., pero bueno, otra vez será. Debe ser algo así como la “cohesión territorial” en la “España autonómica” que también planteó. Aguachirri para todos.