Tras del anuncio del gabinete de guerra de Israel de que buscaría revivir las negociaciones para una tregua en la Franja de Gaza, los negociadores volvieron ayer en El Cairo a reanudar las conversaciones después de que se congelasen a comienzos de mayo.

El gabinete, formado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el líder del partido opositor Unidad Nacional, Benny Gantz, dijo haber ordenado al equipo negociador que retomara su labor, que se detuvo el 9 de mayo después de una tentativa de acuerdo que Israel rechazó.

El comienzo de la operación militar israelí en Rafah pocos días antes sirvió para enfriar aún más los ánimos. Entonces, Hamás acusó a Israel de devolver las negociaciones “al punto de partida”, mientras que funcionarios israelíes señalaron que los islamistas habían modificado cuestiones esenciales en la propuesta de acuerdo una vez la habían aceptado.

Fuentes de seguridad egipcias dijeron que el diálogo indirecto, mediado por Egipto, Catar y Estados Unidos, “será reanudado” desde el punto en el que estaba cuando se quedó paralizado, el pasado día 9, y “no empezará desde el principio”.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, informó ayer de la muerte de 91 personas tras los ataques israelíes de las últimas 24 horas, elevando el total de muertes desde el comienzo de la guerra en el devastado enclave palestino a 35.800. Se estima que unos 10.000 cadáveres de desaparecidos continúan aún enterrados bajo los escombros de la Franja.

Las tropas israelíes avanzaron más al interior de Rafah, en el extremo sur de Gaza, y mataron a varios supuestos milicianos de Hamás en combates “cuerpo a cuerpo”, mientras el Ejército mantiene los ataques aéreos sobre casi todo el enclave.

La operación militar de Israel en la localidad, que comenzó el pasado 6 de mayo, fue muy polémica porque allí se refugiaban más de 1,4 millones de desplazados, a los que se ordenó evacuar de nuevo sin un lugar seguro al que ir.

Según Médicos Sin Fronteras, más de 800.000 gazatíes llegaron a las playas de Al Mawasi, donde el Ejército recomendó huir a los civiles poco antes del comienzo de la ofensiva. Aunque las fuerzas armadas lo identificaron como “zona segura”, se trata de una zona costera donde ya vivían antes miles de personas hacinadas en tiendas provisionales, sin agua ni saneamiento.

Esperanzas renovadas

Al poco de que el Ejército israelí emitiera sus primeras órdenes de evacuación para Rafah, a comienzos de mes, Hamás anunció que había aceptado una propuesta de tregua y liberación de rehenes, impulsando las negociaciones en El Cairo y renovando las esperanzas en un pacto que ya parecía imposible. Sin embargo, Israel aseguró entonces que la propuesta aceptada por Hamás era diferente a la que había consensuado previamente con los negociadores, y acusó a los islamistas de modificar cuestiones esenciales.

Una fuente egipcia de alto rango citada por el canal estatal Al Qahera News dijo ayer que Israel todavía no ha desarrollado una postura plausible para avanzar hacia un acuerdo sobre un alto el fuego en el enclave palestino ni sobre un intercambio de rehenes por presos palestinos, y que el país “no está capacitado” para llegar a un acuerdo de alto el fuego. De los 253 secuestrados el 7 de octubre, quedan en el enclave 124 cautivos, 40 de ellos muertos según Israel –más de 70 según Hamás–, mientras que hay otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos muertos.

Desde que comenzó la guerra, Israel y Hamás solo lograron un acuerdo de tregua de una semana a finales de noviembre, que permitió liberar a 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.

Además, cuatro rehenes fueron liberados por Hamás en octubre; tres fueron rescatados por el Ejército –dos de ellos hace unas semanas en una operación militar en Rafah–; y se han recuperado los cuerpos de 17 rehenes, tres de los cuales mataron por error las tropas israelíes.

Precisamente, el Ejército israelí avisó al menos cuatro veces al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de la apariencia de debilidad de Israel entre los meses de marzo y julio de 2023, que coincidieron con el punto álgido de las protestas contra la controvertida reforma judicial del Gobierno que polarizó el país. – Efe

En corto

Biden

Jurisdicción. El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró ayer que no reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI) y que no hay comparación posible entre el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre y la respuesta de Israel. “No reconocemos esa jurisdicción. Es así de simple. No creemos que lo que hizo Israel sea comparable con lo que hizo Hamás”, dijo en una rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca con su homólogo de Kenia, William Ruto.

Netanyahu

Frente del Líbano. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que tiene “planes importantes y sorprendentes” para el frente norte, donde desde hace ocho meses hay un intercambio diario de fuego entre Israel y Hizbulá. “Todo está destinado a devolver la seguridad al norte y que sus residentes puedan regresar a sus hogares sanos y salvos”, dijo Netanyahu.