La gran convención anual de la derecha estadounidense, que desde hace años sirve de plataforma política para el movimiento del expresidente Donald Trump, contará este año con el presidente argentino, Javier Milei, y el salvadoreño, Nayib Bukele, convertidos en inusuales celebridades del libertarismo conservador latinoamericano. La Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés) tendrá lugar del miércoles al sábado de esta semana a las afueras de la ciudad de Washington.

Trump será sin lugar a dudas la estrella de un evento que servirá para terminar de trazar sus alianzas y fidelidades a apenas ocho meses de los comicios presidenciales, en los que muy probablemente repetirá como candidato republicano.

El expresidente se rodeará de todos sus fieles escuderos, desde congresistas, senadores y fiscales a la nutrida red de locutores, pastores evangelistas y figuras de la ultraderecha trumpista, además de una colección de invitados internacionales más extensa que de costumbre.

Por ejemplo, cerrará el evento Steve Bannon, el empresario de medios que fue estratega de Trump en la Casa Blanca y al que se considera como arquitecto del movimiento ultraconservador que representa la CPAC a nivel internacional.

En este año de elecciones presidenciales en Estados Unidos, la CPAC puede presumir de atraer invitados internacionales de peso, como el propio Milei, nuevo héroe de la ultraderecha global tras derrotar al peronismo en diciembre pasado y que ha recibido halagos hasta del billonario Elon Musk.

El presidente argentino es uno de los dos mandatarios extranjeros junto a Bukele que se prestarán para este evento. El presidente salvadoreño, recientemente reelegido, ha adoptado posiciones de la ultraderecha en su viaje ideológico populista.

Ambos viajarán a Washington solo a propósito de la CPAC, en la que intervendrán el jueves Bukele y el sábado Milei.

Repite en la convención Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y actual congresista; y Eduardo Verástegui, un actor y cantante muy famoso en México reconvertido a activista político de ultraderecha.

La presencia de tan destacados líderes latinoamericanos demuestra los esfuerzos del trumpismo para acercarse al electorado latino, tradicionalmente votante demócrata, pero entre el que ya se abrió paso en los comicios de 2020.